Te propongo un trato, tu parte es muy simple: sonríeme siempre Quizá al oír esto pienses que estoy un poco más loco que ayer. Pero es sólo un trato, un arreglo, una predicha coreografía entre rama y viento, si te gusta esa imagen.
Es un trato injusto, es cierto. un convenio leonino, un aprovechamiento de mi parte, lo reconozco. Te pido que sonrías minuto a minuto, instante a instante, sin medida, sin motivo, hasta sin ganas. Ante el café con leche y las noticias, ante la lluvia sin paraguas, ante una radio afónica, ante ese no sé qué de los domingos a la tarde, ante mi poesía triste.
Hazme caso, o al menos prueba hacerlo. Es tan fácil, sé que para ti es tan fácil…, es curvar apenas los labios y humedecer un poco los ojos e imaginar el perfume de una manzana o el de un fosforo apenas extinguido. ¿Ves que puedes? ¿Ves que sabes hacerlo?
Ahora te explico la otra parte del trato: déjame a mí con todo lo demás, sí, así de simple es esto que te suplico, esto que te ordeno dulcemente con los dulces latigazos de mis palabras dulces.
Con todo lo demás, he dicho. Así, mientras tu sonríes y sonríes, como una niña y su helado de vainilla, ignoras a ese mundo que está sobre mis hombros con sus tiempos ya rancios, con sus agendas garabateadas, con llaveros que nunca están donde tienen que estar, con sopas frías e ilusiones tibias a punto de morirse.
Juega a ser muñeca y tonta aunque no lo seas. Finge ser vacía y alegre aunque te queme el pecho. Miénteme con tus labios acunados de risa aunque la piel te llore,
Porque así, riendo, riendo y riendo se pasará tu vida sin un rasguño siquiera, joyita siempre en el mejor estuche, rosa de hielo jamás expuesta al sol.
No dejes de reírte, cuento con eso. Que no te convenzan de saber qué es la vida. No sepas nunca que te amé como a nadie.
Marcelo Galliano
Argentina
Muy conmovedor!!!!!!!!!!!!!!1