Ilustración inspirada en el relato «Mi Babel»:
«… Ese es mi Babel. Creerme ajeno a mí mismo, y acusar a mis palabras por ello.»
Inspirada en «La estela del ovillo»:
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«… Giró a tiempo de ver desaparecer una túnica femenina. ¡Ariadna! Se conjuró no volver a perderla…»
Inspirada en «La página de guardia»:
«… ―El interior es otro ―dije ya dentro con una media sonrisa―, muy diferente…»
Inspirada en «29 de febrero»:
«… Me acostaré sobre la hierba, y no pienso levantarme hasta que no entres y me despiertes.»
Portada del libro Relatos con abrelatas de Ricardo Guadalupe:
Una vez que se está dentro del vientre de esta ballena con forma de libro, es imposible volver a salir indemne. Porque nada más bucear entre sus páginas, te encontrarás con un sinfín de aventuras: rizos, laberintos, papeletas voladoras, un Arca de Noé, guardas jurados que eligen la lectura frente al apaleador de indigentes, terapeutas que se olvidan de sí mismos, analizadores de locuras pictóricas, hijos invisibles para los padres, deseos cumplidos, huidas a la Luna, ocupaciones de edificios bancarios, velocidades diferentes de pareja, timbres de advertencia contra la monotonía, sopas sin sal, barrios donde cada día se intenta sobrevivir, soledades frente a la muerte, aspirantes a astronautas, oficinistas sin rumbo fuera de la rutina, encuentros con las estrellas, apneas, hombres piedra, la vida cual peonza girando, besos que estallan como burbujas…
(Del prólogo de Lola Sanabria)
Además el libro que cuenta con una particularidad que al menos yo no he visto antes: tras cada relato hay un comentario del autor sobre su “cómo se hizo”. Digamos que puede compararse al DVD de una película que añade sus extras. Algo muy útil para aquellos interesados en el proceso creativo de la escritura.