Entrevista a Mati Morata, escritora de cuentos. Por Beatriz Díaz

“Es urgente contagiar valores como la autoestima frente a la soberbia, la tolerancia frente a los fundamentalismos, el diálogo frente al pensamiento único” Mami, ¿a qué María no es tonta? Ese es el título del cuento que Mati Morata escribió para explicarle al hijo de una amiga, de solo 4 años, que la hermanita que iba a tener padecería síndrome de Down.

Mati Morata con Lorenzo Silva, premio Planeta 2012.

Es profesora de filosofía y escritora de cuentos. Sus libros se publican en España, Colombia y México. También es colaboradora habitual en Asociación Canal Literatura, en una sección llamada: MIRADAS CON MATI-Z.

¿Por qué empezó a escribir cuentos? ¿Hace cuánto?

Empecé hace 15 años. Ocurrió una noche en la que mi hijo Antonio ya tenía 5 años y había aprendido a leer. Hasta entonces, su padre y yo le leíamos un cuento antes de dormir; pero, ese día en particular, yo le dije: “Vamos, campeón, hoy te toca leer el cuento a ti”.

Pero, cuando terminó de leerlo, el pequeño pronunció las palabras mágicas: “Mami, cuéntame un cuento”. Yo le conté el único que me sabía de memoria (Caperucita Roja) con el repertorio de voces. Al día siguiente, el crío volvió a pronunciar las palabras mágicas y el hada que protege a los niños de las madres que solo se saben el cuento de Caperucita Roja debió de apiadarse de mi hijo; entonces, se obró el prodigio. Me sorprendí diciéndole: “¿Tú sabes el cuento del sabio de los siete pelos?”. Él no lo sabía; yo, tampoco. Y así, noche tras noche, fueron naciendo para los dos historias y personajes que yo no podía ni sospechar que tuviera dentro.

Sus libros están escritos siempre con la intención de educar en valores. ¿Cree que vivimos una época de crisis de valores?

Creo que vivimos en una época en la que muchos de los valores que nos definen como humanos no forman parte explícita de nuestro modo de relacionarnos, donde el respeto se exige pero no se da, donde la reciprocidad y el agradecimiento han pasado a mejor vida. Una sociedad enferma de prisas, donde la recompensa ha de ser de efecto inmediato, donde la excelencia y la superación personal no son un estímulo para el trabajo bien hecho. ¿Dónde están los argumentos que justifican nuestras posturas ante el mundo, nuestras decisiones, nuestras metas? Un mundo así necesita espacio, tiempo y voluntad de pensar y de sentir; necesitamos plantearnos muchas cosas, argumentarlas para establecer la ruta y las metas hacia donde queremos ir. Empezar a tratarlas desde pequeño, incluir esta tarea desde la infancia, no es algo que pueda elegir, sino absolutamente necesario. Es urgente contagiar valores como la autoestima frente a la soberbia, la tolerancia frente a los fundamentalismos, el diálogo frente al pensamiento único. Perspectiva y sensibilidad, dos claves.

¿Qué mensaje intenta transmitir en sus libros?

En mis cuentos, aparecen todos esos mensajes que los padres intentamos transmitir a nuestros hijos, en mi caso, bajo la doble perspectiva de ser madre-profesora con mis hijos y profesora-madre, con mis alumnos. Mensajes como “ten confianza en ti mismo, tú eres capaz de pensar…”. Mensajes como “todos somos iguales y todos somos diferentes, pero todos valiosos” o “todos tenemos algo bueno que ofrecer a los demás”. En definitiva, mis cuentos tratan de temas como la autoestima, la homosexualidad en la adolescencia, el derecho a ser diferente, la convive

ncia, la discriminación, la separación en las familias, el amor, etc.

Papi ¿los niños juegan con muñecas?Cuentos con corazón"CONFIESO QUE UNA VEZ ACOSÉ. CONFIESO QUE UNA VEZ FUI ACOSADO"

 ¿En qué se inspira para escribir sus cuentos?

La mayoría de las veces, cuando empiezo a escribir, no tengo ninguna idea de lo que va a ocurrir en el cuento y brota de mis dedos con la misma fluidez que si alguien me lo contara, bajito, al oído. Puede que sea así, puede que las hadas me lo cuenten para compartirlo con vosotros.

Muchos de sus cuentos han nacido de la necesidad de contar historias reales, por ejemplo: Mami, ¿a qué María no es tonta?…

Hablando de cuentos a la carta, el de “Mami, ¿a qué María no es tonta?” surgió una tarde cuando una compañera me dijo: Mati, voy a tener una niña con Síndrome de Down y necesito que hagas un cuento para contárselo a mi hijo Mario (4 años). En ese momento, no dije nada; pero, cuando iba de regreso a casa en el coche, el hada vino en mi ayuda y me lo inspiró. Al llegar a casa, lo escribí tal y como hoy está, de una tacada.

Estoy especialmente orgullosa de él no solo por los maravillosos dibujos de Jesús García Vidal, mi ilustrador, absolutamente geniales, dulces, entrañables, tiernos, sino también por la batería de actividades, taller de creación, de vivencias, de reflexión, actividades para pensar, para sentir y para vivir, que ha elaborado mi compañera, Emilia Morote Peñalver, profesora de Lengua y de Didáctica de la Lengua en la Facultad de Educación.

El mensaje del cuento es sencillo, real y, desde luego, esperanzador. Todos tenemos nuestras propias facultades y dificultades. A algunos les cuesta más llegar, pero, como María, con mayor esfuerzo y entrega, todos llegamos. Una campeona maravillosa.

Mati Morata con Carmen Posadas en la entrega de Premios de Canal Literatura

Mati Morata(segunda por la derecha) con Carmen Posadas en la entrega de Premios de Canal Literatura

Los temas que trata son difíciles y a veces los padres y profesores no se atreven a enfrentarlos ¿Encuentra que los cuentos son una manera sencilla de transmitir mensajes tan importantes?

Encuentro que los cuentos no son, desde luego, el remedio infalible para hablar o tratar estos temas, claro que no. Pero estoy convencida de que los valores se contagian y que, a veces, hay que allanar el camino para que alguien emprenda las metas más valiosas. El cuento no simplifica nada, pero tiene la magia y el poder de atraer hacia los lugares comunes, de hacer que el tiempo se detenga para tratar los temas universales y atemporales de la humanidad. El cuento es una herramienta útil sencilla, pero, de ningún modo, simplista. Igualmente, no ha de ser la única, pero sí perfecta para compartir un rato de lectura de padres e hijos.

 Beatriz Díaz 
Fotos: ©Joaquín Zamora

Fuente: Guapamurcia.es

 

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