Día de la Poesía.
No hay nada que decir
cuando uno objetivamente ha pensado
en el acontecimiento real.
Pasa tan solo
que el lenguaje es una herramienta prestada
y no podemos dejar que se oxide a la imtemperie
debajo de la lluvia torrencial y de este silencio alevoso.
Acción de gracias, por tanto, es la poesía
hacia el Ocioso dador de lo inservible.
Y aunque parezca hostil y redundante el sentido
de una porción equivocada del mundo,
sin embargo este juguete de niño fonador
balbucea nombrando lo innombrable:
como un bosque que se regenera de un incendio provocado,
como un hombre que se busca a sí mismo
debajo de los escombros de una casa familiar
donde vivían dos niños con sus padres.
Emilio Aparicio Díaz