EL LEÓN Y LA ZORRA. Esopo

Un león muy viejo ya no podía buscar su sustento con las garras y se vio obligado a recurrir a la astucia para poder comer. Se fingió enfermo en la cueva que le servía de palacio, y dio noti-cias de su enfermedad a todos los animales que eran sus súbditos. En cuanto éstos venían a visitarlo, se los comía sin esfuerzo y sin tener que salir de su madriguera. Un día llegó la zorra a verlo, pero no quiso pasar de la puerta, y le preguntó por su salud a voces desde fuera.

–Ya estoy mejor –contestó el rey–; pero, ¿por qué no entras?

–No entro –dijo la zorra– porque he notado que en el suelo hay muchas huellas de los que entran, pero por más que miro y remiro, no veo ninguna huella de los que salen.

Enviado por Juan Carlos Cespedes
Gaviotas de Azogue nº 67

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *