Viajar contigo. Por Teriri

Quiero que leas en mi cuerpo el  guion de tu destino, que descubras la poesía releyéndola  conmigo. Quiero que el mapa de mi piel sea tu océano infinito sumergiéndote  en  mis ojos como en un profundo abismo. Quiero que veas en mi espalda el remanso de un suspiro y cada…

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Un mundo hostil. Por Teriri

Amanece, me levanto y me asomo a la ventana, descorro ligeramente el visillo con un movimiento casi imperceptible, lo suficiente para ver sin que me vean. Un día más la ciudad empieza a cobrar vida; veo gente, mucha gente, caminan  apresurados  hacia sus trabajos. Veo un hombre con un traje…

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Lo trajo la lluvia. Por Teriri

Hace días que no para de llover. Estamos en abril, lo sé, pero necesito algún trozo de cielo añil, algún rayo de esperanza al que aferrarme. Sobre la mesa, un folio en blanco; sentado ante él, un hombre desesperado en busca de las palabras adecuadas. Miro por la ventana. Tras…

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900ºC. Por Teriri

  ¡Odio este calor! Si hace un rato estaba congelada, apenas podía gesticular, tenía la cara tensa, estirada, como si se me hubiera olvidado aclararme los restos de la mascarilla,  la sonrisa petrificada y dos estalactitas colgando de los orificios de mi nariz, los pies helados ¡cómo echaba de menos…

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DUEÑO DE LA NOCHE. Por Tetiri

  Amanece. Debo retirarme ya.  El sol y yo nunca hemos sido muy buenos amigos: diferencias irreconciliables. En la quietud de la noche comienza mi no existencia, la hora en la que me pongo mis mejores galas y salgo en busca de sangre fresca, de humanos a los que liberar…

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CUANDO ACABE TODO. Por Teriri

Cuando acabe todo lo que conocemos, y el todo sea la nada perdida en la nada, la soledad disuelta en cenizas, el vacío intangible de la no existencia. Cuando ya no tenga sentido la vida, ni el poder, ni el más fuerte, ni el futuro, ni el éxito. Y nos…

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TIC TAC. Por Teriri

Tic-tac, tic-tac, tic-tac… ¡ese maldito sonido! No lo soporto más, perfora mi tímpano y llega hasta mi extenuado cerebro; las neuronas emprenden su particular éxodo, abandonan mi maltrecho cuerpo, salen de mí, se retuercen, se arrastran y mueren sobre la desgastada moqueta de la habitación. ¡Que alguien lo pare, por…

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