Insomnio. Por Pilar Gorricho

    Insomnio   Se extiende, roja, sedienta. La tarde amplía su impulso de caída y todo deja de pertenecernos. Los ojos abundantes como uvas de ira no cerrarán ante el mandato del sol. Creíamos gobernar sobre las voluntades aclarando los sospechas en el ánfora de la vigilia. Regresarnos descaradamente…

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Estirpe de manzanas. Por Pilar Gorricho

Estirpe de manzanas A mi madre Yo fui varias mujeres: mi madre y la madre de mi madre fueron alfalfa para esta hambruna de crines esqueléticas en la extensa cicatriz. ¡Ojalá seas alguien! gritaban desde el rociado aljibe del primer fracaso, alejadas de su propia tibieza con sus enaguas de…

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Aquellas carreras. Por Pilar Gorricho

Aquellas carreras Quise ser pierna a mil por hora en un asfalto de filigrana enrojecido por las virutas y los esputos. Hijos reconocidos del asfalto en el pecho  de la alcantarilla somos. Adoré al dios de la cafeína y del galope de cien pulsaciones por minuto, para seguir, para no…

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Hijas de Eva. Por Pilar Gorricho

Las mujeres que te amaron antes son de leche naciente y suspiro. Desterradas hijas de Eva, cada una de una madre haciendo vientos de una gota de aire, para ti. Sus faldas, tributo al hechizo de los signos henchidas de aquello que fruncen los adjetivos, a golpe seco de manta…

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Marzo imperfecto. Por Pilar Gorricho

  Regreso del destierro de los labios, exhaustos por el abuso, al tejado de la misericordia. El pozo amargo de una ciega epidemia te busca incansable, para perderse en las paredes del músculo mordido desde su centro. La imperfección es solo un pétalo más en las incontables corolas de las…

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Corpore. Por Pilar Gorricho

¿Te propones arrastrar de nuevo tu cuerpo por ti mismo? Friedrich Nietzsche  Corpore. Algo invertebrado me brota del vientre fecundo donde cuerda, quemo el fuego de saberme prisionera entre piel y tuétano. Mis tobillos sudan las piedras que me quedan por pisar, para caer mil veces, para levantar millones de…

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Piedra de vida. Por Pilar Gorricho

PIEDRA DE VIDA A mi hija Sara Pasaste por nuestra vida como lo hacen las piedras, desde la solidez de su linaje abrazando la espesura de lo sutilmente bello, inertes al arroyo. Atenazada por lo vacilante de nuestros pasos desde el rigor de tu piel interminable, arañando lo absoluto. La…

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