Imposición de manos. Por Aleqs Garrigóz

Imposición de manos   Mis manos enlazadas en las tuyas van trenzando una guirnalda de unidad; mi tacto en tus formas descubre planicies donde las yemas quisieran plantarse para siempre, playas doradas al calor del tiempo. Tu cuerpo es la patria de sangre donde se abisma la dicha. Quiero navegar…

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Poema sin nombre. Por Aleqs Garrigóz

Poema sin nombre     Cortas tu cabello frente a un espejo roto. Afuera de la ventana, circundan un árbol los niños lozanos. Sobre el pavimento helado están cayendo las flores. ¡Con qué blanca belleza se cubre la mirada! El viento siempre las toca cuando más hermosas y las tira…

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Imagen corporal 00.1. Por Aleqs Garrigóz

Imagen corporal 00.1   El espejo arroja una figura obsoleta y polvosa, revela este maniquí de plástico donde el olvido se instala, este artificio de bajo costo, cuya sonrisa de payaso no mejora el aspecto que le dan sus ridículas lágrimas de fuga irreparable, de manguera con agujeros. (Con manos…

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Cuerpo presente. Por Aleqs Garrigóz

Cuerpo presente   Brillo azul, almíbar secreto, ansiedad que revela la saliva animal: tu cuerpo a media luz sobre la cama. Sé entonces que tus ojos son espejos del alba y manojo de estrellas; que tu mirada es la garza evanescente de los cielos más despejados. Pululan insectos de oro…

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Madrigal. Por Aleqs Garrigóz

Madrigal     Peor que arena en la boca, la tempestad de estas horas… Y el corazón secándose tiene la violencia inmóvil del cardo: el corazón del que sufre porque ve y conoce. Este desierto insoluble que sondeamos tan ávidamente no es para compartirse en el delirio de amor… Aun…

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Nocturnidad. Por Aleqs Garrigóz

Nocturnidad   ¿A qué hemos venido, vida, a tus dominios? Como unas fauces te abres para que te conozcamos en lo profundo: sólo humo y polvo de la devastación… Eres un cuadro de horror con un jardín carnívoro, del cual queremos desencajarnos. (Preferiría vivir en un lodazal, y yo ser…

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Del amor. Por Aleqs Garrigóz

Del amor   Oh, cómo había soñado con el amor y su toque de gracia. En su ámbito quise caminar, tanteando las paredes, con paso lento, pero seguro, directo a la salvación… Su espacio imaginado podía limar la aspereza de todas las piedras, encarar lo oscuro sin petrificarse: era inmune…

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