Piensas
y esa fuerza la percibo ente los aromas de la ciudad.
Piensas y esa fuerza llega porque vuela en los espacios sin formas,
entre las hojas de la arboleda del Amor.
Es tan palpable que hasta huele,
y sabe
y moja
y se escucha.
Huele a sándalo,
sabe a menta,
moja como una lluvia suave
y se escucha en el corazón.
Sí allí dentro,
en el corazón abierto y roto por la calma.
Piensas
y esa fuerza la percibo ente los aromas de la ciudad.
Llega esa fuerza porque vuela en los espacios sin formas,
entre las hojas de la arboleda del Amor.
Y Es tan palpable que hasta huele,
Es tan palpable que sabe
y moja
y se escucha.
Huele a sándalo,
sabe a menta,
moja como una lluvia suave
y se escucha en el corazón.
Sí allí dentro,
en el corazón abierto y roto por la calma.