Me sobrarán las calles,
tantas venas de piedras y de asfalto
que me incorporan a otro gris mañana;
Ese reloj, heraldo de rutina,
o el hueco cigarrillo a media tarde;
la incómoda maldad de los saludos
desde ventanas que ocultan sus secretos.
.
No necesitaré las madrugadas
envuelto en el sudario de tus brazos,
los eternos paseos sin palabras,
el espacio vital de las mentiras.
.
Todo será borrado
en el Libro Diario del futuro:
hoy comienza de nuevo ese viaje
de los que tocan fondo con el alma.
El banquete se acerca…
¡vengan las risas nuevas y las flores,
el amor, la bondad, las amistades!
…Se presenta a vosotros alguien nuevo,
otro resucitado sin papeles.