Cada vez que te miro
veo al antagónico reflejo de mi alma
complemento único de mi soledad
hermosa ocupacional razón
de mi vacía existencia.
Siento la necesidad de seguir vivo
sin tener otro motivo que buscar
o desear tener algo más ni nada
en este o ningún otro tiempo
ni aquí o cualquier lugar del universo.
En el síncrono palpitar de dos corazones
se percibe el estrecho paso de tu cuerpo
y de tus manantiales lácteos
sustentadores de la emergente vida
que brotará de la profundidad de tu ser.
Tus curvas perturban el camino
y a tu paso las sotanas tocan piso
de hecho renuncian a toda herencia
si con ello logran vivir contigo.
Por ti florecen los desiertos
y renace la vida en el mar muerto
así como florecen los ásperos cardones
y de las arenas beben agua los camellos.
Por un ser como tú
pisó el hombre la Luna
buscando en el firmamento
tan codiciada existencia.
Es que quien conquistó tu corazón
tendrá el derecho a la eternidad
sin el temor de morir
en esta u otra vida.
Que de volver a vivir
nuestro señor Jesucristo
por ti con gusto subiría
nuevamente a una cruz.
Siendo tu lado oscuro
lo que al universo intriga
pero es su razón de ser
lo que crece en tu barriga.
PD.: Tienes mi bendición
como siempre la has tenido
también a mi corazón.
Aunque se encuentre marchito
porque la flor de tu madre
hace muchos, muchísimos años
que lo echó al olvido.
Será que la menopausia
además de secarle el pozo
secó su corazoncito.
Trotando incansablemente
tres caballos indomables
mi madre nació en el treinta
yo en el cincuenta y cuatro
tú en el setenta y ocho
dos horóscopos chinos de diferencia.
Otra trilogía existe
entre tú, tu madre y yo
trillizos de cuerpo y alma
germínanos los tres somos
así lo quiso Dios.
Y la triada no termina
sin tocar mi corazón
tres mujeres en mi vida
mi madre la tuya y vos.