146- Aquella vez. Por CORILDA

Aquella vez no tuve el acento certero para horadar la frente.
Unos pequeños ríos de plástico surcaban la figura.
¿Porcelana fina o latón herrumbroso?
Incierto resulta el ritmo anfibológico,
el mensaje ocre que desprenden los quejidos.

Nada más quisiera ser aventado por el aire,
desprenderme de los retorcidos asimientos,
de los destinos no conformes, destructivos.

Hay en el cesto de los papeles un corazón herido, azotado.
Hay un pulso reventado, una zanja honda.
Hay una procesión de hormigas ateridas, atónitas,
simulando sus perfectas alineaciones.
Hay un disfraz encima de un perchero,
y un paraguas para un día soleado.
Hay una corbata negra pidiendo alternativa,
y un caballo brioso  a la fuerza sujetado.
Hay mares que perecen de sed,
y horas sin aliento.

Mira la vuelta de nuevo de las hojas a los árboles,
y cómo la piel se eriza otra vez ante el aire de hielo.
Mira cómo los lentos tentáculos del sufrimiento
te envuelven con su manto suave,
y la angustia del aire ahoga el aliento.
¡Cómo los días son angostos, y su paso fatigoso!

Y de nuevo vamos a construir castillos de ideas,
alabanzas de futuras recompensas,
de cuando pase el gélido contacto del dolor,
de la pena honda, de los las afiladas dagas.

El aire está envenenado de deseos hirvientes,
de esperanzas dormidas en trajes ajados,
de los viejos miedos irresolubles del hombre ante el tiempo,
ante el camino que no cesa, el mundo que no se para.
Los afectos que se pierden en el rincón del olvido,
los corazones despojados de furia y de coraza,
anhelando el nido cálido de sol y risa,
de abrazos fundidos como anclas.

En el rumor sosegado de la tarde,
no queda más que mirar al hondo espejo,
y ver los vértices de los errados destinos,
de las aflicciones propias.
Y regresar, por fin despojado,
de los vanos trajes de porcelana rota,
del vendaval de las cosas pasajeras,
de los relatos horadados por el tiempo.
No hay consuelo, sino bandera blanquecina,
liturgia de afectos desprendida.
Quedará un quemazón sobre la mesa vacía,
y la estela de un hombre en busca de la vida.

2 comentarios

  1. Hay una sugerencia de Luz Fugaz para dar respuesta a las votaciones masivas que se están produciendo en algunos poemas, de amigos y demás y que no se basan en la calidad del poema. La idea es que entre todos los que aquí hemos insertado poemas nos leamos, nos votemos y nos comentemos. Quizas de esta manera podamos contrarestar semejante atropello al buen gusto y a la calidad poética.
    Después pasaré a comentarte y a votarte.
    Mi poema es el 195 GUERRA, y recibiría cualquier crítica (en el sentido que sea) con agradecimiento.
    Un saludo

  2. Intenso poema introspectivo, de recuerdos, de fugas, de soledades….te lo has escrito para tí mismo y descubres lo inútil de los objetos de las cosas, el ciclo de la vida, la reiteración de los momentos y el vacío sin afecto…
    Me ha gustado, aunque los prefiero un poco más cortos. Tienes muy buena técnica y transmites muy bien tu mensaje.
    Te voto con un 4 y te deseo suerte en el concurso.

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