Ella no tuvo otra opción que ocupar el derruido espacio, que le habían ofrecido, en un edificio abandonado. El lugar luce a miseria y todo lo que se fermenta es aún más denigrante. La pensión que ella cobra solo les da para comer.
Ella no tuvo otra opción que ocupar el derruido espacio, que le habían ofrecido, en un edificio abandonado. El lugar luce a miseria y todo lo que se fermenta es aún más denigrante. La pensión que ella cobra solo les da para comer.