Doña Águeda de Riaza, como cada año cuando se avecina el día de Todos los Santos, pone en funcionamiento el dispositivo de adecentamiento y decoración floral del panteón de su difunto esposo don Urbano Aguilar, Coronel del ejercito, distinguido conla Cruz de San Andrés por sus méritos militares.
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Posts etiquetados ‘ 9 Certamen de Narrativa Breve 2012 ’
244- Fermín el del banderín. Por Fermín
No puedo entender el interés de nadie por ser árbitro de fútbol. No me entra en la cabeza por más vueltas que le dé al asunto. Sinceramente, no le veo el beneficio.
243- Madeja de pobres. Por Lafquen Puelche
Por la vereda de una gris avenida, sin árboles ni plantas, saturada de vehículos y bocinazos, caminaba con frecuencia una mujer, de trapos viejos, gastados, aunque siempre pulcra, como lo exigía su ancianidad. Recolectaba cartones, papeles, diarios, y en un saco los llevaba hasta su hogar. En él, siempre impaciente, […]
242- Las solteras. Por La Vieja Ifigenia
Cuando la vieja Eduviges cerró los ojos todas guardamos silencio. Nos miramos de reojo con una sonrisa que lentamente creció y se confundió con las lágrimas. Ivana se retiró y sus carcajadas se escucharon por toda la casa como si la hubiera arrobado una bruja. Sólo Tilde se quedó junto […]
241- El regalo del destino. Por Amparo Funes
Atravesaron el océano en el mismo barco sin llegar a mirarse a los ojos. El joven seguía los movimientos y oía las palabras del hombre mayor cuándo éste se instalaba en la cubierta a celebrar tertulias marinas con sus compañeros de infortunio y esperanza. Ambos sabían quien era el […]
240- El último. Por Metafastro
Podrá nublarse el sol eternamente; podrá secarse en un instante el mar; podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡todo sucederá!. Pero… (Gustavo Adolfo Bécquer)
239- El parto de la palabra. Por Chrisfran
Mareas de emociones remolinaron mi ser, aunque tenia frustración, mi rostro, por esta vez no lo reflejo, decidí sentarme, uno que otro ojo acompaño el movimiento,
238- El estanque. Por Luna
Solían ir a nadar al estanque de ajolotes, bosque adentro. Se escapaban a la hora de las hamacas colgadas en las galerías y a la sombra de los árboles; a la misma hora en que se achicharran las vainas de frijoles. Guadalupe recogió su atadito de trapos y se escabulló […]
237- Los ojos viejos. Por Tatu
Es un equilibrio delicado, frágil como el cristal más fino. Es como caminar en el borde ínfimo que separa lo que está muy bien de lo que está muy mal, sin que haya nada en el medio.
236- El muro. Por Esfarcies
Tras más de cuarenta años trabajando en oficios relacionados con la construcción, llegó el momento de jubilarme y me prometí no volver a tocar una paleta o un serrucho. Ninguna herramienta mayor que un alicate.