94- Dormir…tal vez soñar. Por Ms Rioja
- 18 octubre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, relatos, sueños
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El lunes soñé que yo era la chica de James Bond. Bueno, para ser exacta, la chica de tres agentes 007 porque en mi sueño aparecían Roger Moore, Sean Connery y Pierce Brosnan. Todos locamente enamorados de mí. Con Roger era magnífica y fría como un glaciar y aún sabiendo que yo era una agente doble no se me pudo resistir. Seduje a Sean con mi cara de ángel y cuerpo sensual. Para Pierce era elegante y refinada como Grace Kelly, pero le dejé descubrir la pasión que llevaba dentro. ¡Ojo! Todo era de buen gusto; con los primeros besos la pantalla se nubló. Un sueño perfecto excepto cuando tuve que ir al dentista. ¿Sabéis que soñar con que se te caen los dientes significa miedo a envejecer? Con mis treinta y nueve años y todavía solterona, es normal que sea una escena recurrente.
Antes no solía recordar los sueños. Al despertarme se esfumaban como un coche en la lejanía y retener los detalles era más difícil que atrapar el humo con las manos. Pero desde que me recetaron Prozac las imágenes nocturnas son más vivas y reales que mis aburridos días.
Creo que hay que escuchar los sueños. No para escaparse de la realidad sino para viajar a otra. Soy toda una experta. El Corán fue escrito en sueños por los místicos. ¡Hombre, el mío del lunes sólo serviría para inspirar una novela rosa! Pero anunció un día estupendo así que busqué en el armario el conjunto más sexy que tenía para seguir siendo la chica Bond.
—¿No tienes frío? —me preguntó Eva, una compañera del trabajo, mirándome la minifalda y blusa escotada. Eva no es de las más malas de la oficina, pero le falta imaginación. Un día le hablé de una tribu de Malasia, gente obsesionada por los sueños y sus mensajes. Según el antropólogo que la conoció era una sociedad utópica sin violencia ni problemas de salud mental. ¿Su secreto? Los halaks, reuniones donde todo el pueblo compartía los consejos y la sabiduría de sus sueños. Alucinante, ¿verdad? Pero Eva sólo me contestó que ella no podría formar parte de esa comunidad porque nunca soñaba. Como dije, tiene la mente muy prosaica.
—¿No te está pequeña la falda? —dijo Mariví —Parece que la cintura te está cortando en dos-. Un comentario impertinente ¿no? pero típico de ella. Como respuesta, desabroché otro botón de la blusa y empujé las tetas hacía arriba al estilo de Mae West.
—A los hombres les gustan las mujeres con curvas —dije, mirando de reojo a Andrés. Si alguien como Belén —que es graciosa y extrovertida y cae muy bien— hubiera dicho algo así, todos se habrían reído, pero las únicas risitas que oí eran unas sarcásticas de Marivi. Los otros compañeros me lanzaron una mirada de pena y volvieron a trabajar. Lo que más me dolía era que Andrés no me defendía.
Antes de tomar la medicación me habría ido al baño a llorar después de una humillación así, pero ahora parece que la depresión se está curando. Aunque no es exactamente eso. La depresión sigue dentro de mí como un lobo en una cueva al acecho, cuyos ojos amarillos todavía me observan. El médico me explicó que para estar realmente bien tengo que acudir a un psicólogo. Me dio cita para dentro de seis semanas. ¡Parece que no soy la única con problemas!
Uno de los efectos secundarios del Prozac es que en algunas personas produce somnolencia y yo soy una de ellas. Cuando tengo que levantarme lo hago con la ayuda de un par de cafés y el efecto desaparece. Pero si no hago el esfuerzo de despertarme puedo pasarme todo un fin de semana durmiendo. ¡Qué gusto! No es que todos mis sueños sean como el de James Bond. La mayoría no son ni buenos ni malos, simplemente extraños, pero parece que este mundo paralelo es más mío que el mundo real.
El martes soñé con un bebé. Mi bebé. Lo llevaba en brazos y —demasiado bueno para llorar— me dijo con sus ojos que tenía hambre. Me abrí la camisa y me levanté el sujetador. Apenas tenía pecho y me angustié porque no sabía como darle de mamar. Pero mi hijo era más listo que yo y cogió un pezón con su boquita y empezó a chupar. Noté un caudal de leche y amor fluir entre los dos. Se puso más gordito ante mis ojos…
Y de repente estábamos en una celda y un policía arrancaba al niño de mis brazos. Nadie dijo nada pero sabía que era porque mi hijo no tenía partida de nacimiento y las autoridades le consideraban un sinpapeles Lo iban a deportar.
De no ser por el Prozac me habría despertado llorando. Y me di cuenta de que también mis lágrimas estaban enjauladas dentro de mí.
De camino al trabajo pasé por delante de la frutería del barrio y vi un cochecito fuera que estaba orientado hacia el sol. Miré dentro y una niña se retorcía y se frotaba los ojos como si la luz le molestara. Así que cuando estaba moviendo el cochecito hacia la sombra salió de la tienda una mujer airada.
—¿Qué haces? —me preguntó.
—Que tu hija esté más cómoda. No me parece bien que la dejes sola.
—La veía perfectamente desde dentro.
La dueña salió de la tienda. No le caigo bien desde que discutimos sobre el estado de unas manzanas que pretendía venderme.
—¿Qué pasa? —preguntó la dueña.
—Nada, nada —respondí—. Solo quería ayudar—. Me marché y detrás de mí oí el murmullo de su conversación. Podía imaginar sus comentarios.
El miércoles soñé que era otra vez una niña. Me encontraba dentro del establo de la granja de mis tíos. El tío Marcelino estaba sentado en un banquillo y empezó a reírse de mí. Me di cuenta de que estaba desnuda y fui a esconderme detrás de un fardo de heno pero también estaba allí el tío e intenté salir pero él obstruía la puerta y estaba en todas partes y no podía escaparme ni de él ni de sus carcajadas. Entonce hice lo que hacía en las pesadillas de mi niñez: cerré los ojos y me imaginé invisible y poco a poco desaparecí.
Reaparecí en una cueva a cientos de kilómetros debajo de la tierra. Las rocas desprendían una cálida luz amarillenta. Y yo estaba a la orilla de un lago de color de oro. Vi en el centro una estatua que me esperaba. La estatua era Andrés y me acerqué a él. Me abrazó y susurró que nada en el mundo real tenía importancia. Que el amor que él sentía por su novia era tan superficial como el nuestro profundo. Que yo siempre estaba en su mente, su corazón, sus sueños. Y me convertí en estatua también, los dos hechos del mismo mármol Y allí me habría quedado feliz para siempre pero sonó el despertador.
Andrés estaba en la oficina cuando entré y me dedicó una sonrisa de tanto cariño y complicidad que —y sé que parece absurdo— estaba convencida de que él había compartido mi sueño.
Había descubierto que Andrés y un par de amigos iban al cine todos los jueves y decidí esperarle en el bar donde quedaban. Andrés llegó antes que sus amigos. Me saludó pero se quedó en la barra leyendo el periódico. Tuve que acercarme a él
—Hola Andrés. ¿Qué peli vais a ver hoy? —le pregunté
—Buenas tardes.
—Vais al cine los jueves, ¿no?
—Normalmente sí, pero ¿cómo lo sabes?
—Os he oído hablar. Yo también voy al cine hoy, pero no he decidido que película ver. ¿Cuál me recomiendas?
—No sé. Hoy tengo otro plan. ¿Por qué no lees las reseñas en el periódico? —Entró esa novia suya y le dio un beso.
—Bueno, adiós —me dijo Andrés y los dos se marcharon cogiditos de la mano.
Me sentí confusa y ridícula. Pedí un Baileys, aunque no hay que mezclar alcohol con el Prozac. Pasé por cinco bares antes de llegar a casa y en cada uno tomé un cubata. No me acuerdo de haberme acostado y cuando me desperté estaba todavía vestida. No había soñado nada.
Hoy es el último día del trabajo antes del puente. Con la resaca martilleando en mi cabeza tengo que aguantar a la gente hablando de sus planes. Algunos van a la playa y comentan sobre el tráfico y el pronóstico del tiempo. Otros van a Roma o a Londres y comparan el precio de sus vuelos. Muchos se van a sus pueblos, que recuerdan con cariño y nostalgia.
—¿Vas a visitar a tus tíos? —me pregunta Eva.
—Sí —miento.
—Es la única familia que te queda ¿verdad? —y estoy tan agradecida de que alguien se interese por mí que mis ojos se llenan de lágrimas.
—¿Estás bien?
—Solo es la maldita alergia. Cada primavera… —pero Eva ya está escuchando a Belén contar una anécdota sobre cuando su marido voló por primera vez.
Después del trabajo voy a la farmacia con la segunda receta de Prozac. También compro antihistamínicos para la alergia que no sufro y dos cajas de Frenadol aunque no estoy acatarrada.
Espero que no malinterpretéis mis intenciones. No pienso suicidarme. Simplemente quiero pasar el puente durmiendo. Los medicamentos que acabo de comprar son para ayudarme, nada más. Una sobredosis convirtió a Marilyn Monroe en una diosa pero no sería mi caso. Y no quiero que en dos semanas — ¿o meses o años? — me descubran con gusanos devorando mi cerebro, cresas saliendo de mis ojos, mi boca el hogar de generaciones de moscas. Yo, una sopa de olor pestilente. Por las series policíacas sé con qué poco respeto tratan los forenses a los cadáveres. Silban o mastican chicle mientras te abren y dictan sus informes:
“Mujer, aproximadamente cuarenta años. Hora de la muerte… Contenido del estómago…Ninguna evidencia de actividad sexual reciente. Un aborto hace unos veinte años.”
Sé que no quedan las huellas dactilares de mi tío aunque las siento como fósiles dentro de mí.
Antes de terminar como un asqueroso fiambre, —vamos, es el destino de todos— tengo muchas vidas para vivir. Y por eso quiero dormir durante todas las vacaciones. Porque a veces los sueños solo se cumplen en los sueños.
Estoy en una vieja juguetería. Las estanterías están llenas de muñecas de porcelana; a algunas les faltan los ojos. En el suelo hay filas de soldados de hojalata, todos mirándome. Y desde el techo cuelgan peluches de monos y osos, pero están atados por el cuello. Los han ahorcado. Intento escaparme corriendo pero me atropello con una caja grande y de allí salta un enorme muñeco de ventrílocuo balanceándose sobre un muelle. Busco la puerta desesperadamente pero no hay ninguna, sólo paredes con estanterías. Y los soldados vienen a por mí. Cierro los ojos y deseo desesperadamente desparecer. Pero no funciona. Y las carcajadas del muñeco de ventrílocuo retumban en la habitación y veo que tiene la cara de mi tío. Aprieto los ojos con todas mis fuerzas pero cuando los abro está el tío delante y me dice ¿Quieres jugar conmigo, muñequita? Y no puedo respirar y no hay escapatoria. Uno de los soldados tiene una espada y se la arranco y se convierte de tamaño real y asesto un golpe a mi tío y le corto la cabeza, como una guillotina. Desde el suelo me mira con una expresión de odio y luego la cabeza se vuelve más vieja, más pequeña, más patética y finalmente desaparece. Y me doy cuenta de que los juguetes son normales y la luz del sol entra en la tienda.
Me despierto y estoy tranquila. Aunque no sois tan expertos como yo en interpretar los sueños podéis imaginar qué voy a hacer este puente. Voy al pueblo ¡no para decapitar a mi tío! sino para mirarle a la cara y que sea él quien tenga ganas de hacerse invisible delante de mí. A veces los sueños sí se cumplen en la realidad.
Hola Lamari
No entendí lo de ‘bajo grados’. Lo siento mucho si alguine en tu vida ha sufrido abusos. Espero que lo haya podido superar.
«Yo no existo pero existo» (como el gato de Schrondinger). Me gusta; puede ser el tema de un relato :).
Es generoso de tu parte comentar los relatos cuando no has presentado ninguno. ¿Más morbo que 50 sombras?! Lo buscaré el año que viene. Mucha suerta con tu escritura y gracias por las estrellas.
Un beso
Hola Rioja llámame simplemente…lamari.Me pongo bajo grados con ciertos temas dolorosos como el que has presentado.Efectivamente el» matching» ese lleva razón y yo no existo, pero existo.Quiero decir que existo pero que no he presentado ningún relato porque para eso debería primero aprender el a,e,i,o,u jeje.
Pues mira aprovecho para decirte que es un relato fantástico a pesar de los pesares y merecedor de muchas, muchas estrellas.Yo ya dejé mi participación.
Muchas gracias por tu interés, el año que viene me presento con uno» Las 50 sombras de mi Paco», un pequeño plagio de las de Gray pero con más morbo.jejejeje
( Gracias)
Hola lamari bajo grados
Buscaba tu nombre para leer tu relato -simpre leo los de las personas que comentan el mío- y sale ‘no matching criteria’. Entonces, es que no has presentado un relato o el sistema de ‘buscar’ ha fallado; eso pasa a veces. Si lees este mensaje y tienes un relato en el concurso ¿me mandas tu número para encontrarlo?
También quiero responder a tu comenario. Me agrada mucho que te ha gustado. El tema es doloroso y (todavía) demasiado escondido, como antes cuando las mujeres no se atrevían a denunciar los malos tratos por miedo y verguenza…
Un comentarista dijo que el relato es ‘un drama desdramitizado’ y efectivamente tuve que escribirlo con cierta distancia.
Te devuelvo el beso y un abrazo fuerte.
Sigo sin reponer hoy el calor en mi cuerpo.Sin Fluoxetina , así me metería en la piel de esa mujer para que alguien como ese «tío»( «tio» de forma despectiva) no tuviera la oportunidad de volverse transparente, lo haría más visible aún.Como mucho me tomaria un yintoni bien cargado para coger temple y contar ante el mundo como expectador que..» Señoras y señores hoy me armo de valentía para señalar a éste hijo de puta que puso sus manos sobre el cuerpo inocente de una niña.Sus heridas se curaron, pero su cicatriz no se borra a pesar de múltiples cirugías reparadoras.Mi dolor residual es saber que nunca hay una sóla víctima, que una más una es igual a dos.Que el miedo de las víctimas es su mejor socio, su cómplice…Que tuve que denunciarlo y…».
El resto es repetir uno detrás de otro esos comentarios tan acertados sobre la calidad y la forma.Permíteme sólo dejarte un beso sin más.
lamari bajo grados
Luck
Tu relato es muy original y bien escrito. Caballerosa y merecidamente te devuelvo los votos.
Suerte
Hola, yo también venía a decirte que su casa es el 111. Saludos y hasta siempre.
Hola:
Pasaba por aquí a decirte que Sol queda en la 111, pero veo que ya te han informado. Lo que haré es dejarte mi voto y diez estrellas.
Un abrazo.
Hola, chica Bond (yo también quiero sueños así, pero sin prozac). Aprovecho que pasaba por aquí para informarte de que Sol vive en el 111. Pero quería avisarte para que vengas a ver si vamos preparando otro guión de película antes de que se acabe ésta y nos quedemos fundidos en negro. Pincha en mi nombre, aquí encimita y, si te apetece, procede.
Besico.
Hoy se cumplen 70 años del estreno de Casablanca, amigos, vamos a celebrarlo al café de Rick,
“presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad”. Dies, Morfeo, Bonsái, Rioja, Sol, Isótopo, Lovecraft, don Juan… Y tú también. Todos juntos a conmemorarlo sin guión preconcebido (como Casablanca y como la vida misma). Volveremos a oír “tócala Sam, déjame recordar… Tócala Sam, toca…”
Si no pudierais venir, me ha dicho Rick que no os preocupéis, que “siempre tendremos París”.
Tararará, tararará… El tiempo pasará…
Ms. Rioja. Me gusta tu sueño y tu estilo. Una gran capacidad de expresión que nos va envolviendo en el relato.
Ojalá todos los sueños tan necesarios a veces para sobrevivir nos den tanta fuerza como a la protagonista de esta historia.
Tienes mi voto incondicional y mi abrazo
Muy bueno.
Me encanta, escribes de maravilla. Es estupendo como capa a capa vas descubrindo la vida tan triste de la protagonista. Lo haces de una forma sencilla pero que te va atrapando y emocionando a medida que avanzas en la historia. ¡Enhorabuena!
Hola Ms Rioja, te doy la razón en que el buscador es un poquito especial, hay que tratarle con cariño… pero ya he visto que me has encontrado.
Yo te encontré enseguida, la verdad y también me encantó tu relato. Duro en el fondo, suave en las formas.
Muchas gracias a todos. Sol, Camino a la cima me gustaría leer vuestros relatos pero cuando busco vuestros nombres no aparece nada. Si tenéis número ¿me lo dais? Gracias
Muy bueno.
Un tema tremendo tratado con golpes de humor es magistral
Te dejo mi voto y todas las estrellas.
Un saludo y buenos vientos
Me ha gustado mucho. Enhorabuena y suerte
Enhorabuena, Ms Rioja, me ha ido atrapando conforme leía, con más avidez, a cada nuevo párrafo.
Suerte.
A mi también me parece que tu relato es realmente bueno. La primera persona hace que todo sea muy verosimil. ¡Te doy un 10!
Muy bien descritos los sueños y cómo vas descubriendo la vida de la protagonista sin necesidad de que enumere los hechos, como se tiende a hacer.
Y una recomendación (aunque sé que no es tu caso): la depresión no se arregla con Prozac, sino con buenas lecturas. Y con la escritura para quien se anime.
Un abrazo y suerte.
muchas gracias
Hola y gracias, Señorita Bennet. Me ha extrañado un poco. Quizás ha sido un error, o que a alguien no le gustaba el relato en absoluto. Aunque si creo yo que un relato solo vale un ‘uno’ (y no he leído ninguno así)simplemente no lo voto. Y con este sistema a lo mejor hay gente que hace ‘votación táctica’ 🙂
Acabo de ver tus votos, y el 5.5 de media, (enserio alguien le puede dar una sola estrella a tu relato? que gente más ciega) que sepas que las diez estrellas, te las he puesto yo. No por nada, es que me ha sentado mal ver tal bajón para un relato tan bueno, y quiero que sepas que no he sido participe de ello. Un beso
Estoy intentando votarte y no me deja, seguiré intentándolo. Tienes mi voto
Muchas gracias Señorita Bennet!
Me paso por tu casa para dejar mi voto a uno de los mejores relatos que he leído.
Un beso
Ms Rioja, muy bueno, me encanta como describes el estado depresivo entre sueños y realidad, y como, a través de sueños consigues que la protagonista se enfrente a su trauma.
Mucha suerte y un saludo
¡Ah, mal de melancolía con nombre moderno henchido de presiones..!Delicados trazos de humor entre sueño y pesadilla.¡Bien relatado, pardiez!
Gustó este relato a don Juan, mas no gustaría a Zorrilla: faltóle intimidad y le sobró ligereza(amén de alguna acotación inservible o extensa en demasía)
Perdonad mi acero despiadado,pero veo en vos la madera; convendrá cuidar el árbol.Todos tenemos jardín (el mío es un camposanto,como habréis imaginado)
«Yo soy vuestro matador,
como al mundo es bien notorio;
si en vuestro alcázar mortuorio
me aprestáis venganza fiera,
daos prisa, que aquí os espera
otra vez don Juan Tenorio».
¡Cuánta historia! Gran relato. Enhorabuena.
¡Excelente relato, Ms Rioja!
Transmite soledad, melancolía, esas existencias frustradas.. como en los mejores relatos de Chejov. Pero con toques de sutil humor, bastante autoirónico por parte de la narradora.
Mas al final, con la terrible historia de su tío, la protagonista parece tomar una decisión, con lo que se apunta una posibilidad de esperanza.
Muy bien escrito, brillantemente, con mucha imaginación. Alternando con elegante y medida perfección los sueños y la realidad, la narración y los diálogos, que son naturales y exactos y están muy bien acotados.
Enhorabuena y suerte!
Da gusto (y también cierta envidia cochina) leer relatos como este.
ENHORABUENA, con mayúsculas.
Sí, excelente, sin duda. La violación del tío, sugerida en la autopsia imaginada, la sucesión de sueños enhebrados con los queaceres diarios, todo está graduado y contado de forma magistral. Y el final, perfecto.
Es además muy cinematográfico. Sólo lamento que, en el primer sueño, tras el beso pases a fundido en negro como en las viejas películas de los 60.
Enhorabuena.
Me pareció muy pertinente este artículo y quise compartirlo con vosotros:
https//rescepto.wordpress.com/2008/03/23/garabatos/
Ms Rioja:
Excelente. Hasta ahora lo mejor que he leído.
Describes un drama completamente desdramatizado, tus tintes de humor son exquisitos y nos das de plano con un tema que siempre duele y horroriza, sin pretende que nos pongamos angustiados. La narración, la redacción y el contenido estupendos.
Mis felicitaciones y no hay que desearte suerte. Bien hecho!!!
Por mi parte, poco que añadir; abusando de la ironía que aún me queda en los bolsillos, recomendaría a la protagonista aumentar la dosis de Prozac o combinarla con un par de copazos bien servidos de bourbon, para llevarla en sus sueños a los brazos del mejor Bond de la historia (por mucho que digan de Mr. Connery) que no es otro que Daniel Craig, para así librarse de los traumas que le produjo el Dr No materializado en la figura de su tío. Suerte.
Excelente relato, Ms Rioja. Me uno al coro.
Lo mejor para mí, aunque no sé si son muy compatibles con la depresión o los permitirá el prozac, son los puntazos humorísticos (y sí, yo soy quien carece de sentido del humor).
Sólo una cosa me hace sufrir: no encuentro mi «pero». El final no sé si es lo mejor, pero tampoco me estorba tal como está.
Enhorabuena. ¿Suerte? No la necesitas, para nada.
Un saludo.
No sé si te lo han dicho los demás, pero relatas la hostia de bien. Creas un escenario donde mezclas la depre de la protagonista con momentos tragicómicos, como cuando se da de bruces con la indiferencia de Andres. Y ese continuo soñar para camuflar un pasado de abusos… Me tenési harto con este tipo de relato que deja al mio con pocas o nulas esperanzas. Enhorabuena y suerte
Muchas gracias por vuestras muy amables palabras. Habéis escrito unos comentarios muy perspicaces. Me encanta que habéis entendido lo que pretendía comunicar con el relato 🙂
El tema de los abusos sexuales en los niños muy bien tratado. Me ha gustado sobre todo tu narrativa, tu forma de contarlo, la forma de intercalar frases cortas y largas. Y, el final, pues es verdad que me hubiera gustado como resuelve el autor/a el entuerto. Pero, como alguien dice, también es importante cómo ocurren estas barbaridades. Y, sobre todo, que, aunque a muchos nos puedan parecer extrañas porque no conocemos a nadie en nuestro entorno, realmente ocurren. Y cada vez más.
Suerte Ms Rioja
Me ha gustado mucho la luz
que desprende, en tu relato, esta situación tan oscura. Buen relato bien relatado 🙂
Suerte.
¡Vaya! No voy a aventurarme a hacer predicciones sobre los finalistas (más que nada, porque voy leyendo a «zapping» y conforme voy sacando tiempo) pero este es uno de los mejores relatos que he leído. Bueno, muy bueno, me ha encantado sobre todo la narración. La verdad es que he sentido mucha empatía por la protagonista y me ha dado muchisima pena.
Es cierto que a veces es difícil luchar contra los miedos o los traumas, sobre todo los de la infancia. Y es fácil, muy fácil refugiarse en los sueños y en todo lo que estos nos aportan (menos cuando son pesadillas, claro)
Mucha suerte en el concurso
Ms. Rioja:
Tengo que darte la enhorabuena.
Qué bien plasmas el estado depresivo y defines el mundo de los sueños y su relación con la realidad. Así mismo qué bien está reflejado el ambiente laboral, a menudo tan mediocre e insatisfactorio.
Evidentemente los sueños son un asidero importante y una evasión que nos salva de las dificultades de la vida.
Me ha gustado especialmente el final en el que la protagonista toma fuerzas para enfrentar la realidad y superarla definitivamente.
Enhorabuena de nuevo.
Espero que se valore tu relato.
Muy bien escrito. La trama está llevada de forma sutil, dejando pistas acerca de la raíz de la depresión que arrastra la protagonista. El relato está sembrado de pequeñas pistas que llevan al lector a preguntarse en cada momento si aquí se encuentra el camino que ha de seguir para comprender los sentimientos de la protagonista.
Coincido con llion sobre el final – lo importante es la decisión de enfrentarse a la fuente de su sufrimiento. Los mismos sueños que le han servido para evadirse de la vida le acaban dando la clave sobre como volver a ser partícipe de ella.
Ms Rioja:
Es uno de los mejorcillos que llevo leídos hasta ahora y espero que llegues a la final. Ya se que he repetido esto unas cuantas veces, pero hasta que llegue a dies finalistas…
Las obsesiones infantiles (y no tan infantiles) de una mujer soltera materializadas a través de sus sueños. La propia protagonista nos da la pista: «a veces los sueños solo se cumplen en los sueños […] A veces los sueños sí se cumplen en la realidad.»
Dulce sueños
A mí me ha gustado mucho.
Me ha gustado especialmente la manera de definir la vida de una persona por lo encontrado en la autopsia:
“Mujer, aproximadamente cuarenta años. Hora de la muerte… Contenido del estómago…Ninguna evidencia de actividad sexual reciente. Un aborto hace unos veinte años.”
De qué manera tan pragmática y tan escueta lo dice todo.
Y sobre lo que dice más arriba, Rulfo, sobre que nos dejas sin conocer el final, no estoy de acuerdo. Aunque lo mío también es una opinión. 😉
Me gusta que nos cuentes cuales son los pensamientos de la protagonista y cual es su decisión. No me importa qué pase después, me importa qué decide ella. Y me gusta que dejes espacio a la interpretación y no nos lo des todo cerrado y mascadito.
Mucha suerte.
Gracias por tus amables palabras. Quería tratar el tema de los abusos sexuales de los niños, y cómo puede afectar la vida de las víctimas cuando son adultos, indirectamente.
Creo que el enfrentamiento entre la protagonista y su tío sería otro relato pero comprendo que el final puede aparecer un poco brusco.
Muy buen relato. Bien narrado, te va llevando con determinación y a la vez con un poco de intriga hasta el final.
Enhrabuena, y mucha suerte en el certamen.
Pues, está genial!
Está impecablemente narrado y lo que más me gusta es la creatividad, el simbolismo y la manera de sugerir que tienes.
«Sé que no quedan las huellas dactilares de mi tío aunque las siento como fósiles dentro de mí»
Te deseo lo mejor!
Prozac, antihistamínicos, frenadol…, adicta a los medicamentos para salvarse de su tío que la persigue, aunque parece que, finalmente, ha decidido enfrentarse a él. La mujer va desbrozando su vida, donde se nota que hay algo que le martiriza. Eso, a mi juicio, está bien. Mantiene una cierta tensión y hace que se siga leyendo, aunque sólo sea por conocer el final. Pero luego, nos deja sin ese final. Simplemente, se sabe. Para mi hubiera sido lo más interesante. Sin eso, me suena a una serie de confidencias, bien narradas, pero poco más.
Pero esto es solo una modesta opinión. Ya sabes, en esto de la literatura, cada uno tenemos un amo.
Suerte, Ms Rioja
Una maravilla de cuento. Vas llevando la angustia de la protagonista en un increscendo, hasta hacerla estallar en el último párrafo.
Te felicito y suerte en el certamen.