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Página destinada al 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, relatos, ganadores, entrevistas, noticias, finalistas, crónicas, literatura,premios.

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66- Utopía. Por Ann Danzas

La realidad es ya una utopía. Al igual que la naturaleza en esta acelerada espiral de destrucción. Mi realidad era, hasta hace unos días y en mi micromundo, un despertar por las mañanas con un tintico y en levantadora ir a abrir las puertas de mi estudio y dejar entrar al sol naciente para que bañara con su tibio resplandor los lienzos vírgenes que tengo por pintar y así no les creciera la humedad en esta finquita donde vivo. Era ver lo que había hecho al día anterior y saber exactamente por donde seguir en el próximo cuadro. Es un lugar maravilloso al cual llegar en la obra. Era pensar en la serie a la cual estoy dedicada de tiempo completo. La serie que trata la paradoja entre la brillantez de la mente humana que es capaz de llegar a profundos niveles de pensamiento en filosofía y arte, a grandes investigaciones científicas y magníficas obras de ingeniería por un lado, y por el otro lado su ingenuo sistema de creencias y sus nefastas consecuencias.

Al regresar del estudio hacia mi finca con la taza de tinto vacía miraba a Cali desde 800 metros más de altura y sonreía pues sabía que se estaban despertando en esa ciudad las personas que yo más amo en el mundo. Me imaginaba a mi mamá oyendo Caracol y leyendo el Tiempo y el País y alistándose para ir a su oficina a trabajar, a mi hija, a mis hermanos y a toda mi gente también abriendo los ojos para abrazar su día. Ese es el valor de esa ciudad.

Yo también me alistaba y estaba en mi estudio con la nariz pegada al lienzo acariciando con los pinceles una idea hacia la realidad y trabajaba sin interrupciones hasta bien entrada la tarde.

Hasta que bajamos a la ciudad el pasado extraño jueves. Teníamos una reunión de trabajo sobre unos proyectos de arte y comunidad que se prolongó hasta el Pico y Placa y nos quedamos en Cali. Quería ver una exposición de fotografías de Andrés Caicedo en Proartes así que caminamos hasta allá y el guarda nos dijo que estaba cerrado porque había una reunión de Comfandi. Pasamos enfrente a la FES, al Centro Cultural y también estaba cerrado. Fuera de una simpática y gigante hormiga en hierro doblado, muy tiesa y muy maja ella, que está a la entrada antes de las gradas, no vimos nada. Seguimos para la Sociedad de Mejoras Públicas y aunque las puertas estaban abiertas había un pobre y maloliente mendigo acostado a la entrada. Estiró las piernas y puso los pies sobre el marco de la puerta como diciendo “aquí no entra nadie”. Qué extraño!, pensé. Ante la cerraduría de las puertas del arte nos fuimos a comer una arepa de choclo doble queso y le llevamos una a mi mamá. Ella ya estaba lista para ir a su programa de televisión de todos los jueves por la noche por el Canal Ciudadano. Nos sumergimos en el endiablado tráfico de las seis de la tarde y tomamos la avenida de los Cerros y llegamos a tiempo al Canal en la 64 con novena. Cuando nos bajamos del carro mi mamá nos dijo: aquí es donde nos vamos a comer el perrito caliente a la salida del programa. Siempre que salgo del programa me como un perro caliente aquí.” Se refería a la casa que está enseguida al Canal. Listo. El futuro inmediato estaba resuelto: comeríamos perrito caliente con la mamá.

Se sentó en el escritorio frente a unos reflectores enceguecedores y tres cámaras y tres pantallas con la naturalidad de un gato enroscándose un su sofá preferido. Lleva más de diez años con el programa prestando un servicio social, como ella misma lo dice en la introducción y contesta preguntas al aire sobre todo lo referente al derecho sin ayuda de ningún recurso sino su infinita sabiduría en el tema y al verla ahí tan hermosa, mi mamá, a sus 75 años toda bien arregladita se me fue hinchando el
pecho de orgullo y de infinito amor por ella. Era una imagen tan hermosa y su naturalidad la hacía aun más auténtica. Salimos del programa felices, diciéndole cuánto la queríamos y la admirábamos y nos fuimos a celebrar que había recibido siete llamadas a la tienda de los perritos.

Al llegar a la tienda frené en seco al ver un cuadro que me dejó fría. En la parte de adentro de la tienda enmarcada por las paredes blancas, el techo y la mesa había una monja grande toda de negro de la cabeza a los pies sentada comiendo con una mirada rarísima de mal presagio. Recordé que Lela dice que las monjas son aves de mal agüero. No quería entrar pero mi mamá ya estaba saludando a la dueña del establecimiento como si fueran grandes amigas y diciendo venga le presento a mi hija y su marido.

Nos sentamos en la mesa de la entrada, cerca a la verja y a la calle, luego había otra mesa con unos señores que ni determinamos y más al fondo, la monja en su tenebroso recuadro surrealista. La monja me tenía intrigada y la miraba por el rabito del ojo mientras crecía la sensación de mal presagio. Tal vez por eso me senté dándole la espalda, mirando hacia la calle, mi mamá se sentó a mi izquierda y mi marido enfrente, mirando hacia la monja, pero ni la vio. Pedimos tres jugos de mango y tres perros calientes y nos pusimos a conversar hasta que nuestras voces fueron acalladas por el ruido de una navidad prematura. Una lluvia de algo parecido a piedritas como meteoritos a toda velocidad me golpeaba por toda la espalda. Me paré y me volteé y en ese instante una bala me golpeó en el abdomen. En esa fracción de instante pasaron muchas cosas. Un misterio alado me protegía desde los tobillos hasta los hombros y pensé: qué ala tan grande! También pensé que nos iban a matar a todos y que nuestra mejor opción era tirarnos al piso. Mami, al piso!! Grité durísimo pero ella no me oía. Estaba petrificada del susto así que me le tiré encima como una pantera y la tumbé al piso con silla y todo abrazándola para que no se fuera a golpear muy duro. Caímos a los pies del muerto. Mientras volaba hacia mi mamá pensé que una bala en el estómago es bastante peligroso y también mientras volaba alcancé a ver la acción de la mano del sicario disparando una y otra y otra y otra vez sobre el muerto. Mientras yacíamos en el piso le seguía disparando aunque el difunto ya estaba descerebrado. La lluvia de meteoritos seguía incrustándoseme en la espalda, los hombros, los muslos y el imbécil no paraba de disparar, carajo! Y fue ahí, en ese mismo instante que empezó a formarse otro cuadro macabro que no podía permitir. El muerto empezó a desangrarse a borbotones y la sangre se escurría exactamente hacia donde mi mamá estaba tirada de espaldas conmigo encima. Mi mamá tan linda y tan blanca vestida de aguamarina toda ella, con su cuellito de encaje y su pañueleta sostenida con el prendedor y sus ojos también aguamarina desorbitados y sus manitos temblándole y ese río de sangre que amenazaba con empaparla toda, por nada del mundo podía permitir que eso ocurriera. Fatal combinación cromática. Para arriba, mami!! Contraorden inmediata. Ella no se podía mover del susto así que a cargarla mientras con los ojos de la nuca media el peligro que se había movido un poco más allá pues estaba rematando al segundo sujeto. Cuando cesaron los balazos la mamá empezó a gritar y le dije: vámonos, vámonos, mami! Entramos de nuevo a la sede del canal y ahí se desconchinfló la mamá. La examiné a ver si estaba herida pero estaba perfecta, ni un rasguño, ni un golpe, nada. Sentí una inmensa gratitud que estuviera bien aunque estaba inconsolable. Luego fui al baño a mirarme el abdomen y tenía una quemadura profunda llena de pólvora de dos centímetros de larga en forma de estrella fugaz. La bala no había entrado. Le agradecí en secreto a ese misterio alado que me protegió y desvió una bala que no estaba destinada para mi. Que extraño, pensé, y yo que no creo ni en el rejo de las campanas, pero indiscutiblemente algo muy misterioso me protegió y no sólo a mí, sino a mi mamá también. Quedé con el cuerpo lleno de esquirlas y los ojos llenos de pólvora, pero estaba bien y mi marido también.

De nuevo en mi finca. Anoche llovió y ha regresado la neblina después de un largo y ardiente verano. Ladran los perros. Persiguen una moto. La neblina está tapando la vista de Cali. Mejor. Cali, ciudad retrechera que no se deja querer y uno como  novio bobo insistiendo en quererla. Anoche le cerré las persianas y las cortinas a esa ciudad con rabia, brava con ella y sus espejismos pues se va tan bonita desde la montaña en las noches con sus luces titilando en el valle. La paradoja se extiende también a esa ciudad de gente estupenda por un lado, intelectuales, creativos, salseros, risueños, y por el otro lado sátrapas y cafres a los que nada les importa. El Red Carpet de Colombia es un río inagotable de sangre que destruye todas las sutiles barreras de la vida, del respeto, de la convivencia, que acaba con todo como un incendio forestal dejando sólo las sombras de lo que una vez fue.

En esta realidad de realidades que se estrellan, la realidad es ya una utopía.

Tal vez sea cierto lo que afirmaban mis profesores en Berkeley, que los artistas y pensadores somos los que contrarrestamos la insensatez de la violencia, los que creamos el equilibrio. Tal vez sea cierto también que algún día recobre mi equilibrio y mi tranquilidad que me fueron robadas bruscamente, y tal vez también, pueda volver a entrar a mi estudio sin que el olor a pólvora contamine mi espacio. Escribo esto para exorcizar con palabras lo acontecido, para darle un orden a los sonidos y dejen de ser ruidos, para sacarme con las letras, los puntos y las comas las esquirlas que se me quedaron clavadas en el recuerdo.

 

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38 Comentarios a “66- Utopía. Por Ann Danzas”

  1. Firmin dice:

    Con todos los deseos de que tengas suerte en el Certamen, ahí llevas mi voto.

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  2. Ann Danzas dice:

    Muchas gracias, Lotte, por tu comentario.

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  3. Lotte Goodwin dice:

    Me gustó mucho la parte central. Es muy gráfica y visual. Se descubre a un gran pintor detrás. (Vaya rima mala que me ha salido.)
    Me gusta eso que dices de la ciudad que no se deja querer. Últimamente les pasa a muchos más de los que crees en cualquier parte del mundo. He tenido, eso sí, algunos problemas con la puntuación, pero eso se aprende. El genio es innato.
    Mucha suerte y ánimo.

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  4. Gael dice:

    Entonces qué, parcero. Interesante tu relato, muy duro, que le vamos a hacer, aunque yo lo siento más cercano a la crónica que al cuento. Bueno, tal vez solo sea una impresión. Suerte.

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  5. Ann Danzas dice:

    Gracias, Ganímedes, por tu visita y tu comentario.

    Suerte para ti también.

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  6. Ganímedes dice:

    ¡Hola, Ann Danzas! Te debía una visita y aquí estoy. Tu relato me ha gustado mucho, hay varias frases que destacaría, la unión de las que ya han destacado otros compañeros. Y, bueno, respecto a la escritura en sí, seguro que si quisieras tomarte escribir, como creo que te tomas pintar, llegarías lejos trabajando en ello.
    Mucha suerte en el concurso y en el camino que decidas seguir.

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  7. Lovecraft dice:

    Me pareció muy pertinente este artículo y quise compartirlo con vosotros:

    https//rescepto.wordpress.com/2008/03/23/garabatos/

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  8. Bonsái dice:

    Ann Danzas:
    Gracioso seudónimo.
    Están mal las comas, los puntos, los signos de exclamación son siempre dos en el idioma español. Hay incoherencias…
    Como desahogo le debe haber servido, buena catarsis… pero para escribir hay que tratar de mostrar no de decir y usted está todo el rato diciendo y diciendo lo que sucedió. Y su mamá no puede mancharse de sangre “Fatal combinación cromática” poner eso en semejante momento… No, no puede ser.
    Si quiere escribir hay que trabajar, como en todo lo que se quiere hacer bien en esta vida.
    No lo tome a mal, son los consejos que puedo darle. Si quiere los toma y si no los deja.
    Suerte en el certamen.

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  9. Ann Danzas dice:

    Gracias, Dies Irae.

    Suerte para ti también.

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  10. Ann Danzas dice:

    Muchas gracias, sacha.

    Muy interesante tu observación sobre el final. La tendré en cuenta.

    Creo que prefiero la primera Virgen, la de los milagros.

    ¡Gracias de nuevo!

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  11. sacha dice:

    El título correcto es: La Virgen de los sicarios.
    Lo siento.

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  12. sacha dice:

    Leyéndolo recordé el Medellín de La Virgen de los milagros de Vallejo (la película también es excelente).
    Un relato visual, ágil, con una acertada paleta de colores. Me gustó mecho.
    Yo lo hubiera terminado con el párrafo que concluye: «El Red Carpet de Colombia es un río inagotable de sangre que destruye todas las sutiles barreras de la vida, del respeto, de la convivencia, que acaba con todo como un incendio forestal dejando sólo las sombras de lo que una vez fue.», tan sólo para no restarle fuerza.
    En fin, de los leídos hasta ahora es mi favorito.
    Enhorabuena.

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  13. Ann Danzas dice:

    Gracias, jazzmina, por leer mi relato y por tu comentario tan acertado.

    Tienes toda la razón al decir que fue escrito desde las entrañas. No lo escribí para un concurso ni mucho menos. Utilicé la escritura para centrarme de nuevo en mí misma, para reencontrar un equilibrio y para sacarme de encima una ira sorda que me estaba haciendo olvidar cuánto me gusta reir.

    Es curioso, pero cada que siento a la muerte cercana, recurro a la escritura para aferrarme a la vida.

    Otra de las cosas agradables de este certamen ha sido el encuentro de tantas mentes sabrosas, y tu eres una de ellas.

    Gracias de nuevo y suerte para ti también.

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  14. Ann Danzas dice:

    Gracias, Biznaga, por tu amable comentario.

    Suerte para ti también.

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  15. Biznaga dice:

    Tu relato tiene toda la realidad de una ciudad, que como tantas, esconde otra paralela y no tan amable. De esos submundos que cada día están más arriba y parece que van a devorarlo todo. Me ha encantado la frase «como un novio bobo insistiendo en quererla». Creo que es muy visual y bien escrito. Te deseo mucha suerte.

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  16. jazzmina dice:

    Un relato muy descriptivo. Una desgraciada realidad que no parece tenga fin. Bien contado, especialmente la impactante escena de los asesinatos. De cualquier manera, el párrafo final me ha parecido de lo más interesante. Quizá porque parece muy personal y eso, escribir desde las entrañas, genera más que relatos, cuentos o simples artículos periodísticos.

    Suerte Ann Danzas

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  17. Dies Irae dice:

    Hola, Ann Danzas.

    Un relato, al parecer autobiográfico, en el que, por tanto, plasmas tu realidad y a ti misma. Los modismos propios de tu tierra me han obligado a pensar, sí, que el tintico mañanero me lo había tomado yo, pues me ha costado seguir tu escritura, tan distinta de la de mi admirado Gabo.

    Los destellos que me parece vislumbrar en ella, seguramente aparecerán también en tus otras actividades artísticas y como pensadora. Siempre he pensado que escribir es la mejor forma de catarsis. Ojalá que recuperes pronto el equilibrio.

    Suerte.

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  18. Ann Danzas dice:

    Gracias, Clary, por tu maravilloso comentario.

    A un mes del incidente, aun no he podido volver a pintar. Para eso hay que sensibilizarse demasiado y algo en mí quedó en estado de alerta permanente y no me permite bajar la guardia. Además, el cuadro que se me ocurrió de la alfombra roja es de un macabro subido, aunque lo resumiría todo de una buena vez.

    Pero tus palabras me acercan cada vez más a mi estudio y por eso te agradezco enormemente.

    En cuanto al cortometraje, razón tienes, el relato es tan visual que podría fácilmente subirse a la pantalla.

    Gracias por todo.

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  19. Ann Danzas dice:

    Gracias, cenachero, me alegro que te haya gustado.

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  20. Ann Danzas dice:

    Gracias por tu comentario, Lovecraft, y por tu crítica constructiva.

    Tienes toda la razón, el párrafo está muy largo, pero seguía la intensidad del momento y no lo pude recortar. Las palabras salían como potrancas salvajes corriendo colina abajo y no había manera de atajarlas. Voy a tener que enseñarles un poco de urbanidad a esas potrancas sin recortarles mucho el pelo ni el corazón alocado.

    Gracias de nuevo y suerte para ti también.

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  21. Ann Danzas dice:

    Gracias, Rulfo, por tu comentario. Tinto se le dice al café en Colombia, y al vino en España, tal vez por eso la confusión.

    En cuanto a lo de la pobreza generando violencia, tienes toda la razón. Décadas, siglos, más bien, de desigualdad social han creado un abismo de terror donde es difícil morirse de viejo.

    La frase que te gustó es el eje central del relato, gracias por recalcarlo.

    Gracias por la suerte, lo mismo te deseo.

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  22. cenachero dice:

    Excelente relato, descarnado y humano a la vez. Te deseo suerte.

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  23. Clary dice:

    ¡impresionante! Se respira la sensibilidad de una gran artista. Que interesante seria contemplar «la realidad es ya una utopia» plasmada en tus lienzos.
    La monja vestida de negro y las alas protectoras del angel, tu mama vestida de aguamarina con pañuelito de encaje en el suelo, los momentos que se vivieron antes….el orgullo por una madre profesional que da ayuda «en vivo y en directo» a los que neCesitan de su consejo. El abrazo y amor a tu ciudad desde tu finca….enfin TU RELATO SALTA DE LA ESCRITURA AL LIENZO Y DEL LIENZO A UN CORTOMETRAJE.

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  24. Rulfo dice:

    Te voy a ser sincero. Por pasar demasiado rápido las primeras frases, me ha costado descubrir qué querías decir con lo del “tintico”. Luego he visto “la finquita”, y me he aclarado.

    Es un relato informativo o periodístico, como se quiera llamar, bien contado, sobre todo la escena de los balazos, donde parece diluirse lo puramente informativo, para dar paso a un desahogo personal. Bastantes detalles exclusivos para reflejar esa violencia que no tiene fin, en algunas partes del mundo: Cali, Juárez, Chihuahua, Caracas, etc.etc.etc. ¿Quizá producto de la pobreza? Sin conocer demasiado la realidad, yo diría que, en gran medida, sí.

    “En esta realidad de realidades que se estrellan, la realidad es ya una utopía”, una frase a destacar.

    Suerte Ann Danzas

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  25. Lovecraft dice:

    «Fatal combinación cromática». Ironía y sentido del humor ante una situación tan tensa como la que se está describiendo. Buen contrapunto. La escena de los asesinatos ocupa un párrafo demasiado extenso para leerlo con comodidad. Prueba a fragmentarlo.

    «para sacarme con las letras, los puntos y las comas las esquirlas que se me quedaron clavadas en el recuerdo.» Bonita frase, y un buen motivo para añadir a la lista de razones por las cuales nos gusta escribir.

    Saludos y suerte

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  26. excelente relato, la mano maestra de una artista escribiendo la realidad de nestro Cali descarnado y violento. bravo por la escribidora! dice:

    Bravo estupendo excelente!

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  27. Ramon dice:

    Muy bueno.

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  28. RITA eSCOBAR dice:

    Magnifico relato de un acontecimiento lamentable pero que es la realidad de este pais. me encanto lo sencillo, lo profundo y lo sentido. Felicitaciones.

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  29. Yolanda Vankoughnet dice:

    Hola mon amie: me alegro que sigas escribiendo y que hayas encontrado la manera de expresar tus sentimientos y asi desahogarte un poco. Te felicito de nuevo ya que no te conocia la escritura como una de tus muchas abilidades. El dia de volver a tus pinceles llegara cuando menos lo esperes, ya veras. Mientras tanto cuidate mucho.

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  30. Ann Danzas dice:

    Gracias por tu comentario. Es cierto lo que dices, Cali es una hermosa ciudad que está llegando a unos terribles niveles de inseguridad. Gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar.

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  31. Ann Danzas dice:

    Gracias por tu comentario. Si, el relato es muy visual. Recuerdo ese día como una secuencia de imágenes muy definidas. Curiosamente, antes de esta serie, estaba trabajando las letras y los poemas en los cuadros, y ahora son los cuadros los que saltaron a la escritura. Gracias de nuevo.

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  32. Smoke on the water dice:

    Repase las comas y los puntos antes de sacarse las esquirlas con las letras… Los signos de exclamación son dos, el que abre y el que cierra. Inconcordancias y un sinfín de tentaciones a las que no voy a sucumbir: le dejo para usted su propio relato como ejercicio de corrección.

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  33. John Borda dice:

    Maravilloso relato y a la ves entristecedor al dejar ver la frustrante realidad de nuestra bella y amada ciudad.

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  34. Clara d'Adesky dice:

    Para el lector ajeno a la realidad Colombiana, este relato pudo haber salido de una pelicula de Hollywood. Con todos los ingredientes necesarios para entretener al publico Norteamericano que al final de la pelicula y de su «rush» de adrenalina estarian felices. La sensibilidad al entorno y la condicion humana que manifiesta la historia es la vida y realidad de un pais que vive y siente en carne propia lo que otros solo en el cine apenas si pueden comprender. Felicitaciones y sigue escribiendo!!

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  35. Catalina González dice:

    Bellísimo relato de un episodio terrible!! Se ven los colores de la pintura de la artista, en la escena que describe con tanto realismo.El rojo de la sangre, el vestido aguamarina de la mamá… la niebla sobre Cali, los lienzos contra la luz del amanecer, la lluvia de esquirlas… felicitaciones!

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  36. Hóskar-wild is back dice:

    No hace mucho escuché a un amigo comentar que las cosas habían cambiado mucho en Colombia y que las ‘balaceras’ habían dejado de ser habituales por las calles, en especial de algunas ciudades del país. Supongo que le creí porque en el fondo quería creerlo. Un problema con difícil solución. Muchas vidas atrapadas entre intereses contrapuestos. Suerte.

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  37. Lucia Pardo dice:

    Muy bueno!

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  38. Lucia Pardo dice:

    IMe impacta muchísimo el relato sencillo y cotidiano para un acontecimiento brutal que se nos ha vuelto algo de todos los días!!!…. Y sigue la vida, y de alguna forma nos mantenemos descontaminados… Ese sentimiento de.. «Esta vez no me tocó a mi»… Ann Danzas me ha tocado el alma. Que buen relato! ha logrado ponerme a pensar.

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