Cerrar menu de navegación
Abrir menú de categorías 250- Una historia de aquel tiempo. Por Nazareno
- 5 noviembre, 2012 -
- Relatos -
- Tags : 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, comando, relatos
- 5 Comentarios
Izaskun apuntó directamente a la nuca. Pello dormía boca abajo como siempre, como tantas noches antes de aquel 5 de Enero de 1979, hacía frío en Hondarribia, siempre hacía frío en Enero en Hondarribia, pero aquel 5 de Enero, la nieve helaba la sangre de Izaskun. La muchacha cerró los ojos y apretó el gatillo.
La sangre de Pello salpicó su desnudez.
Tenía que ser así pensó.
Luego continuó con el proceso habitual, primero envolvió el cuerpo todavía caliente del joven y lo metió en el maletero del 124, luego lo limpió todo con la celeridad que da la experiencia y finalmente se sentó y se inyectó la dosis cotidiana de heroína.
La droga empezó a hacer efecto y la sumió en un estado de paz que ya solo conseguía con ella.
Paz, musitó. ¿Cuánto tiempo llevaba ella sin paz?.
Pello ya tenía su Paz.
Izaskun rió y rió como nunca había reído.
Todo empezó en febrero del 73, Izaskun y Pello se conocieron en la asamblea.
Ella llevaba el pelo recogido, los ojos negros y el corazón caliente.
Izaskun era hermana de Agustín Tirapu, alias “Perolo”, alias “manoplas” alias “Jonan Torres”, alias muchas cosas más.
Tirapu era un hombre de acción, pero además era un reclutador, pues a su audacia, sumaba un gran poder de convicción.
Nunca quiso que su hermana Izaskun entrase en ETA, para él la lucha armada era cosa de hombres y sabía en quien podía confiar. Por eso confiaba en Pello, por su firmeza, su lealtad y su hombría.
Izaskun admiraba a su hermano y conocía sus actividades clandestinas. Ella quería participar, pero sabía que Agustín nunca lo consentiría.
Por eso habló con Kepa, para que fuese el veterano militante y no su hermano quien la introdujese en la organización.
Kepa la puso a prueba e Izaskun no lo defraudó.
“Muere de dos tiros en la cabeza un policía armado” Eibar 5 de Enero de 1973 rezaba el teletipo de EFE.
Izaskun, acudió a la asamblea con su primer muerto contabilizado y como firme aspirante a formar parte de un comando itinerante.
“Perolo” estaba en contra pero Kepa era juguetón y la asamblea le había dado el mando de aquella zona. Él tenía que organizarlo todo, así que no dudó en poner a Izaskun a las órdenes de su hermano.
El tercer miembro del comando era Pello Landáburu, alias “Pello el guapo”, alias “Troskito”.
Pello se enamoró de Izaskun la primera vez que oyó su voz en aquella asamblea. Cuando la muchacha habló en un musical y perfecto Euskera.
Pello lo hablaba mal, muy mal y le costaba a veces incluso entenderlo, pero en aquel momento no le importó el fondo, si no solo la forma y le sonó tan bien la voz de la “nueva” como la llamaban todos, que no le hizo falta verla para saber que la quería.
Izaskun no era guapa, su aguileña nariz, desdibujaba una cara que sin el apéndice nasal hubiese resultado atractiva, sus ojos intensamente oscuros eran su mejor arma, más allá de su voz rugientemente serena.
“Pello el guapo” sí lo era realmente, por la organización corría el rumor de que había sido actor en Francia y que por eso en una ocasión un Gendarme le permitió pasar por la aduana con dos nueve milímetros que, según él, eran para una película.
Los tres meses siguientes a la constitución del comando, Pello fue feliz con Izaskun y ella creyó serlo también.
Para Izaskun el amor era algo secundario, mientras que el sexo era algo fundamental.
Para Pello el sexo era una necesidad y el amor un privilegio.
Agustín Tirapu era el testigo de aquellos “devenires” mientras preparaban el atraco al banco de Castelldefells, como financiación previa al atentado de Baracaldo.
El bautismo de fuego del comando fue un éxito, 4 militares muertos: 2 soldados, un cabo y un capitán.
La goma dos que puso Pello bajo la alcantarilla se los llevó por los aires. El ensayo había surtido efecto, lástima que ellos en lo de Carrero solo eran eso, el ensayo, otros se llevarían la gloria.
Izaskun lo celebró a lo grande, aquel día ella y su hermano probaron por primera vez la coca. Agustín se decantó por ella, la chica se pasaría años después al caballo.
Pello nunca lo supo.
Pello estaba contra las drogas, incluso era partidario de atentar directamente contra los traficantes.
El comando y la relación de Pello e Izaskun se mantuvieron durante dos años.
En Marzo del 77 Agustín Tirapu cayó en una redada. Ingresó en Prisión.
En la cárcel tuvo tiempo de reflexionar, cuando vino la escisión se decantó por la lucha política y con la amnistía salió pronto de la trena.
Pello no sabía nada de Izaskun cuando Agustín lo llamó, después de la redada cada uno se escondió una temporada. El se quedó en casa de unos amigos en Barcelona, ella cruzó la frontera. Al principio hablaron un par de veces por teléfono pero era peligroso.
La buscó después durante meses, pero nadie sabía nada.
Agustín y Pello se despidieron con un abrazo
A los pocos minutos se oyó un disparo.
“Agustín Tirapu, alias Perolo, alias Jonan Torres exmiembro de ETA y militante de Euzkadico Ezquerra ha sido asesinado en Bilbao, todo apunta a que puede tratarse de un atentado de la extrema derecha” rezaba el titular del casi recién inaugurado Eguin.
En el entierro Izaskun y Pello se encontraron de nuevo y el consuelo llevó luego a retomar otras cosas.
Pello hablaba de Paz, Izaskun hablaba de volver a las armas.
Pello creía que ahora vendría una verdadera democracia, Izaskun solo creía en Kepa.
Kepa solo creía en la muerte
La tarde del 5 de enero Kepa dio la orden. Izaskun sabía que había llegado el momento, como lo supo días antes cuando con las gafas oscuras y el pañuelo anudado a la cabeza siguió a Pello Landáburu hasta el café donde se encontraría con Agustín Tirapu.
Aquella noche tuvo un momento de debilidad, el tercer polvo había sido fantástico, echaría de menos la lengua y el sexo de Pello.
Pello siempre se dormía tras el tercero, sería más fácil así, no quería verle suplicar, él había sido un valiente, un gudari y ahora… Ahora ya no era nada, se había rendido a la estúpida propaganda española.
Izaskun reía, pensando que ahora Pello y Agustín, si es que existiera esa otra vida de la que le hablaron en la parroquia siendo niña, estarían disfrutando de su Paz y sus jilipolleces.
Sonó el teléfono Izaskun descolgó y dijo- “Está hecho”- en su perfecto Euskera
Al otro lado la aflautada voz de Kepa replicó en el mismo idioma: “Bien hecho mi niña” Deshazte de todo y nos vemos el jueves en Biarritz, queda mucho por hacer” ¡Gora Euzkadi!.
¡Gora! dijo ella mientras dejaba caer el teléfono. Se quedó dormida.
Soñó con los primeros tiempos, con Patxi, Edurne y los demás.
Soñó con Agustín y Pello
Soñó con Kepa
Soñó con Kepa
Solo quedaba Kepa
Lo que quedaba de Izaskun soñó con Kepa
Cuando se despertó solo quedaba Kepa
El jueves había quedado con Kepa…
Ni el amor ni el sexo sobreviven al fanatismo. Cruda historia, más dura todavía por la cercanía de las situaciones que nos describes.
Una sugerencia: los nombres de los meses deben ir en minúscula («solo se escriben con mayúscula cuando forman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios»).
Suerte
Algo pasó. Quise hacer un copypegy del comentario del maestro Alfredo para cambiar algunas cosas y se me fue el dedito (no sé qué voy a hacer con él, siempre se va donde no debe). Suscribo de cualquier forma sus comentarios. Suerte
Saludos, Nazareno.
Un relato duro, sin concesiones. Bien contado, me gusta el estilo, las frases cortas como disparos.
Suerte en el concurso.
Parece todo muy lejano, como si nunca hubiera ocurrido. Pero no, esta ahí, acechando tras las sombras de los recuerdos que, poco a poco, se irán transformando antes de que nos los robe, antes de que alguien cuente la historia como nunca fue. El fanatismo duerme, espera. Suerte.
Parece todo tan lejano, como si nunca hubiera ocurrido. Pero no, esta ahí, acechando tras las sombras de los recuerdos que, poco a poco, se irán transformando antes de que nos los robe, antes de que alguien cuente la historia como nunca fue. El fanatismo duerme, espera. Suerte.