Add Me!Cerrar menu de navegación

Página destinada al 9 Certamen de Narrativa Breve 2012, relatos, ganadores, entrevistas, noticias, finalistas, crónicas, literatura,premios.

Add Me!Abrir menú de categorías

122- El camino. Por Aida

El camino se iba estrechando cada vez más; la noche era negra y el navegador se había vuelto a equivocar. Le estaba entrando pánico. 

Su amigo ya se encontraba en la casa, esperando, insistió mucho para que fuera, sabía que no pasaba una buena época y que necesitaba compañía. Le aseguró que no tenía pérdida, pero llevaba ya tres horas dando vueltas y no llegaba a su destino. Estaba claro que lo mejor seguía siendo un mapa, aquel navegador no tenía ni idea de dónde se encontraba la casa. Juan hablaba solo, no paraba de renegar y desconocía cómo saldría de aquella encrucijada.

De pronto, algo o alguien se puso en su trayectoria; el frenazo casi le hizo perder el control del coche. Miró a través del vidrio y no observó nada extraño, aunque era seguro que se tropezó con algo que se movía. A pesar del miedo, decidió bajar; buscó  detrás del coche y, a unos tres metros, percibió un bulto oscuro, que seguramente sería un animal. Se acercó y efectivamente así parecía, un animal extraño, de color negro con orejas como un gato; pero con cara y cuerpo humanos. No, no se trataba de un disfraz. Le asaltó una extraña sensación, ¿qué clase de ser era aquel?; no veía sangre por ningún lado, a pesar del atropello; no podía ser. Mejor se marchaba, nadie le echaría la culpa de nada. Comenzó a caminar hacía el coche con paso rápido; cuando estaba a punto de abrir la puerta, oyó una voz:

–¿Por qué te vas y no me ayudas?, te necesito.

Juan se dio la vuelta y su cara reflejó una expresión de asombro. Delante de él, de pie, aquel ser le increpaba. No estaba herido y lo podía ver en todo su esplendor. Unos dos metros de altura, las orejas de gato, las manos con tres dedos, como en sus pies. En su cara, unos ojos enormes de color verde esmeralda y la nariz muy pequeña. Y lo más espectacular, no tenía boca, por lo que no entendía de dónde salía el intenso sonido que emitía.

Una vez que se tranquilizó, decidió hablar:

–¿Quién eres?, ¿qué quieres de mí?

–Estoy aquí para demostrarte que hay cosas que están muy cerca de ti y no las ves; estás ciego, aunque no te falte la vista

Juan se intentó acercar; cuando estaba a menos de un metro, aquel ser desapareció. Lo buscó, y sin embargo ya no estaba, ni rastro. Decepcionado, montó nuevamente en el coche y, al ponerlo en marcha, sorpresa, el navegador volvió a funcionar. Poco a poco reconoció el camino y consiguió llegar a la casa donde le esperaba su amigo. Juan no se atrevió explicarle nada, solo le comentó que se había perdido y que transcurrió tiempo hasta que logró ubicarse. No quería hablar, lo único que necesitaba en ese momento era descansar y olvidar lo que le había pasado.

Se retiró al dormitorio y se fue durmiendo. Al despertar, una figura se le presentó. Al principio creyó que era aquel ser de la carretera. No, era su hijo el que se encontraba delante de él. No lo reconoció hasta que oyó su voz.

–Papá he venido.

–¿Qué haces aquí?

–Quiero estar contigo

–No es posible ¿Y tu madre?

–Mi madre no me obliga, me ha dado a elegir y así lo he hecho

Juan se había divorciado recientemente, y desde entonces cayó en una gran depresión, no quería ver a su hijo ni a nadie, lo único que aceptaba era la soledad. Ahora llegó el momento de levantar la cabeza, su hijo le necesitaba y estaba allí, siempre había estado pero nunca le vio. Ahora comprendía las palabras de aquel ser, ¿le habría pasado de verdad? Dudaba…, pero aquel viaje es seguro que de algo le sirvió, reencontró a su hijo, que pensaba había perdido para siempre.

VN:F [1.9.22_1171]

3 Comentarios a “122- El camino. Por Aida”

  1. Hóskar-wild is back dice:

    Yo quiero un gintonic de esos bien cargaditos que se tomó cuando atropelló al ser con cuerpo humano, orejas de gato y falto de dedos. Separase y darse a la bebida suelen ser dos hechos que se encadenan. Suerte.

    VA:F [1.9.22_1171]
  2. sacha dice:

    Creí que era el amigo el que tenía problemas…
    Del relato me gustó el principio: la soledad de la noche, la carretera, la irrupción en escena de algo que se mueve, «un bulto oscuro, que seguramente sería un animal».
    No me gustó la descripción de ese extraño ser, por tópica, ni su mensaje.
    Y no me gustó la conclusión: una nueva aparición explica la anterior y dota al relato de una estructura circular.
    En fin, cuando dejó de inquietarme,perdí todo el interés.
    Suerte.

    VA:F [1.9.22_1171]
  3. Lovecraft dice:

    Una forma curiosa y algo rebuscada de abrirle los ojos al protagonista. El argumento podría haber dado más de sí, pero creo que intentaste resolver la trama de forma apresurada y las situaciones que describes están algo traídas por los pelos. Te animo a seguir escribiendo; la perseverancia es la única forma de mejorar en esta afición que compartimos.

    Mucha suerte

    VA:F [1.9.22_1171]

Videos de interés

De Internet al libro. Relat@s en el Canal VII