6- Cuántas noches en vela. Por Triana
- 30 mayo, 2011 -
- Finalistas Premio Público, Relatos -
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Recordaba aquel día con nitidez, como si hubiera ocurrido ayer. Agotada por el esfuerzo, el semblante del ginecólogo la estremeció. Se incorporó con dificultad en la camilla y, apoyándose sobre los codos, con una mirada suplicante, le instó a hablar.
– Es una niña. Necesita ir a la incubadora, sabes que ha nacido antes de lo previsto, su peso es muy bajo, y…- Mientras acariciaba un brazo a la madre, dio órdenes para que se llevaran a la recién nacida de inmediato.
– ¿Y?, ¿y qué más? ¿Qué le pasa a África? Sé que algo me ocultas, me lo dicen tus ojos.
– Tranquila, Carmen, tranquila, ahora hablamos. Te trasladan a la habitación y estoy contigo enseguida.
Ahora, dieciocho años después, tumbada sobre la cama de su dormitorio junto a África, la más pequeña de sus hijos, recordaba las palabras que en boca del pediatra y el ginecólogo cayeron sobre ella como una jauría de lobos; “síndrome de Down, además tiene complicaciones en el sistema locomotor. No creemos que pueda llegar a andar…”
Acarició la cabeza de su hija con ternura, la observó durante largo rato, y sonrió. Les había ganado, había triunfado sobre aquellos que dijeron no merecía la pena tanto esfuerzo, que no iba a lograr nada de ella.
– Mamá, que te toca, ¡tardas mucho! Venga, pon atención – exclamó África incorporándose y moviendo sus brazos arriba y abajo, como si fueran las aspas de un molino.
A África le encantaba aquel juego; Carmen decía una palabra y ella, con la última sílaba, construía otra. Y así sucesivamente. Carmen sonrió, le revolvió el pelo y la abrazó. “Venga, pon atención”; ¡Lo había repetido ella misma tantas veces durante todos aquellos años!; ahora era lo que siempre decía su hija invariablemente cuando ella se distraía. Unas lágrimas se escabulleron por sus mejillas, rodaron lentas hasta mezclarse con el rostro de la niña.
– Oye, mamá, que no pasa nada, que si quieres jugamos a otra cosa – dijo África abrazándose más fuerte a su madre.
– No, mi amor, dame cinco minutos y volvemos a empezar. Pero hazme un favor; mientras yo me concentro, baja a la pastelería y compra un kilo de pasteles, anda.
– ¿Un kilo de pasteles? ¿Un kilo de pasteles? – África esbozó una gran sonrisa mientras daba pequeños saltos.
– Sí, África, venga, espabila.
Carmen vio como se alejaba, con esa sonrisa que pocas veces desaparecía de su rostro, conservando esa inocencia que ya habría perdido tiempo atrás.
Cuántas noches en vela, cuántos médicos la examinaron, cuántas palmaditas en la espalda…
Y sin cejar en su empeño, Carmen, día tras día, luchaba por conseguir un poquito más. Aunque fuese casi imperceptible. Todos los días un pequeño avance.
Mañana, tarde y noche luchando contra viento y marea.
Viento y marea que consiguieron llevarse a su marido por delante, tan pronto…
Viento y marea que les dejó con una mísera pensión.
Viento y marea que no lograron minar la voluntad de Carmen.
La fuerza de África, su capacidad para beberlo todo, de no dejar ni una gota, provocaron en Carmen un estallido de energía y constancia. No podía venirse abajo.
Adoraba a esa niña, que nunca dejaría de serlo, sin malicia, dispuesta siempre a cualquier cosa con una sonrisa que se le escapaba de la cara, impregnando cualquier rincón, contagiando bondad.
Sus otros hijos ya habían volado; las dos disfrutaban de ellos los fines de semana que podían. Pero ahora…
Carmen se tapó la cara con las manos y dejó escapar toda la tristeza acumulada, que brotó con la fuerza de un tsunami. Arrodillada en el suelo, las lágrimas bañaron su rostro. Se levantó con esfuerzo y salió a la terraza. Miró hacia la calle, vio a África con la bandeja de pasteles sobre los brazos, caminando despacio, sin apartar la mirada de aquel tesoro.
No era justo. Ni mucho menos.
Suspiró, fue hacia el teléfono, llamó a sus dos hijos mayores y les convocó para esa misma noche. Después, repasó las instrucciones que les había dejado escritas .La más importante era que bajo ningún concepto África viviera alejada de ellos.
Las palabras del oncólogo resonaban aún en su oído: “sin paños calientes, Carmen; a los sumo, te queda un mes…”
6- Cuántas noches en vela. Por Triana,
¡Se me han puesto los pelos de punta! Qué historia Triana. Te he seguido en otras ediciones del concurso y tus relatos siempre están a la altura de mis expectativas!
Muchas suerte, te la mereces
… Sinceramente, previsible y normalito, buscando la lágrima fácil… Siento decirlo así, Triana, pero sin paños calientes, hay que ser sincero… Aún así, mucha suerte, ten en cuenta que es sólo la opinión de alguien que nunca ganó un certamen de literatura.
Una historia muy dura… me ha dado un escalofrío al acabar de leer. Una pena…
Suerte.
Capitán Wentworth, no sabes el «subidón» que me ha dado al leer tu comentario. Muchas gracias.
Y gracias también a ti, Mina Harker; si he conseguido despertar algún sentimiento con mi relato, me doy por satisfecha.
Estos casos siempre conviene tenerlos presente, sobre todo cuando nos quejamos de algo absurdo.
Perfectamente escrito.
Un buen relato de una situación tremenda. La vida pocas veces es justa, por eso suscribo lo que dice Rafael.
Mi relato es el nº 12, si puedes, me encantaria conocer tu opinión.Suerte Triana:)
Rafael y Salomé, muchas gracias por vuestros comentarios, animan mucho la verdad.
Me ha dejado sin palabras… Una historia dura a la vez que bella
Gracias por leerlo y por tu comentario, Mireya
Un relato de amor y fortaleza. Felicidades Triana.
Una bella historia de amor incondicional. Creo que todo lo que dices en el relato, dada la circunstancia, serían sentimientos reales.
Triana quería saludarte y felicitarte por volver a compartir nuevamente uno de tus relatos. Van a ir apareciendo los «amigos» del certamen, espero que no se ofendan si de alguno no me acuerdo, pero espero encontrarme con Roberta B. o Hara kei, entre otros, un abrazo.
Gracias por leerlo, Lola Dawn y Barba Negra. Nada como un hijo para saber qué es amar sin condiciones, por encima de todo. Gracias de nuevo.
Hola, Ex-LuchoX; desde luego, un placer volver a coincidir. Lo que no sé es si todos volveremos a usar el mismo seudónimo, ya veremos… Un abrazo para ti también.
Muy bonito relato Triana; triste, conmovedor y, narrado con la fuerza del corazón. Te felicito y mucha suerte.
Me ha encantado la sencillez con la que has relatado un drama tan grande. Enhorabuena, te deseo mucha suerte en el certamen.
Aval y Lucile, gracias por leerlo y por vuestros comentarios. Agradezco también la suerte que me deseáis; estamos empezando y hay relatos muy buenos. Mil gracias a los dos.
Tal vez este mundo a veces genera momentos que son un infierno, pero al leerte este infierno se convierte en algo conmovedor
Increible, que bien describes y sintetizas que en la vida de ese pasado duro, pero lo importante es que solo se puede vivir mirando hacia adelante. Felicidades Triana
Triana, te sigo de certamen en certamen. Una vez más, ¡espectacular!..he vuelto a llorar
Requien, Zote y Marion; me siento muy, muy halagada por vuestros comentarios. Muchísimas gracias a los tres.
RELATO CONMOVEDOR, ME HICISTE RECORDAR ALGO QUE SUCEDIÓ EN MI FAMILIA, MI TÍA LLORÓ CON DESESPERACIÓN LA MUERTE DE SU CRIATURITA (DE AHÍ NO PASÓ) DE QUINCE AÑOS. FELICIDADES
Triana, enhorabuena por tu relato. Muy dura la historia pero muy bien escrita. Has conseguido que se me pusieran los pelos de punta y se me saltara alguna lágrima. Mucha suerte.
Moreda, siento el «mal rollo» que te halla podido producir la lectura del relato y agradezco tu comentario. Gracias también a ti, Sasus, me encanta que te guste.
Gracias Triana. Durísimo pero real. Gracias.
Hola Triana.
Escogiste un nombre muy poderoso para la niña: África; este detalle no deja de llamarme la atención. Bueno, en cuanto a la forma, creo que podría ser un texto un poco más largo, de estilo intimista, narrado, tal vez, en primera persona. Quizá incluir poco a poco el diagnóstico del oncólogo ¿no? Bueno, no me hagas caso que estoy siendo subjetivo.
Mis mejores deseos.
Gracias a ti, Elhiav Jaco, por leerlo y comentarlo.
Y gracias a ti también H.K.Y sí, es una opción lo que me comentas, pero yo he elegido otro modo 🙂
Triana nos conocemos de otros concursos aunque yo he cambiado de nombre…me gusta mucho tu relato, cuando he empezado a leerlo he pensado que teníamos un tema común, luego he descubierto que no, Me ha impactado el final, tremendo y tu forma de narrar cadenciosa y equilibrada. Mucha suerte y un abrazo
Muchas gracias, Granger Bloom. Comentarios como el tuyo animan a continuar escribiendo.
Me ha gustado mucho Triana. La verdad es que me ha emocionado. Gracias
Agradezco la lectura y el comentario, Estrella. Gracias a ti. Un saludo.
La primera vez que leí su relato me pareció mediocre y pensé que no merecía la pena indicarle detalles literarios que posiblemente sólo conseguirían molestarle. Lo vuelvo a repasar y, tras leer los comentarios que le han dejado, me decido a indicarle lo que pienso de él: cae en la categoría de «malo». Por cierto, ese tópico de que a la madre se le «larga» el marido no sólo está manido, si no que es falso en la mayoría de los casos. Yo tengo una prima con síndrome de Down, de nivel uno, y, por supuesto, ni habla como usted ha transcrito y, por supuesto, su padre, mi tío, es quién más la quiere y dejó su carrera profesional para dedicarse a ella en cuerpo y alma…
Pepito, a mí no me molesta la crítica, al contrario, siempre que sea coherente lo que se diga, lo acepto. Ahora bien, el marido, no se larga, como usted dice; el marido murió. Y seguramente todas las personas con síndrome Down no son iguales. África habla y se comporta tal como he descrito en el relato. No puede usted medir a todos con la misma regla.
Y ¿le ha parecido malo el relato? Bueno, para gustos, los colores.
Estremecedor, y perfectamente escrito.
Mucha suerte!
Muchas gracias, Jara Maga, por la lectura y el comentario.
Dentro de su sencillez el relato lleva una carga afectiva tan fuerte que creo que ha tenido que ser vivido. Por si acaso suerte a la madre.
Gracias, Lupe.
Muy bonito
Que inspiración!
Gracias por vuestros comentarios,Navegante, María y Fernando
Impresionante. enhorabuena! Sigue escribiendo!
Un relato sencillo y estremecedor. Cuando empiezan a llegar lascalamidades…
Suerte Triana
Nacho, seguiré tu consejo; gracias.
Y gracias también a ti, Noski.
Un saludo
Me he quedado sin palabras, estremecedor, tierno, muy tierno se me han saltado las lagrimas
Leí tu relato al principio del concurso y en su momento no me sentí con ánimo para dejarte mi opinión. Por razones varias y que no vienen al caso, mi relación con el síndrome de Down es intensa, de manera que estoy muy sensibilizada. Es cierto que hay muchos grados, tipos, terapias… y en algunos casos se obtienen resultados gratamente sorprendentes. Pero esa no es la cuestión, sino la pregunta que se hace cualquier padre o madre cuando te encuentras con una situación de este tipo entre las manos (sea este síndrome o cualquiera otro de los muchos que desgraciadamente existen): ¿Y cuando yo falte….???
Esa es la verdadera angustia.
En resumen, que tu relato, es bueno, bueno. Dicen que sensiblero. No lo creo, la vida es así, es lo que hay.
Un saludo con mis mejores deseos para el certamen.
Gracias por leerlo y por tu comentario, Francisco.
Gracias también a ti, Charlotte Corday. Es cierto lo que comentas sobre la preocupación por el futuro de estos niños, por la angustia que sobrepasa a los padres al pensar en ello.
Son las personas más entrañables con las que te puedes encontrar, en las que confiarías tu corazón y nunca, nunca te defraudarían.
Gracias de nuevo y un saludo.
Un relato duro, pero a la vez tierno y emotivo.
Mucha suerte.
Muchas gracias, Dimanche.
Una historia muy dura y muy tierna al mismo tiempo. ¡Que por nadie pase!
Saludos y suerte para el certamen
Triana:
Tu relato muy bien escrito; directo y emotivo,¡Enhorabuena! sigue en esa línea me incluyo en la lista de tus seguidores
Triana tú puedes.
Un cordial Saludo
Folder
Ambrose Bierce y Folder, muchas gracias por dedicar vuestro tiempo a la lectura de Cuántas noches en vela y, sobre todo, por dejar tan amables comentarios.
Saludos
Veo que no lo necesitas, pero como creo que te lo mereces, ahi te dejo mi voto después de una segunda lectura
Muchas gracias, Ambrose; tu comentario me ha hecho desplegar una gran sonrisa.
Gracias de nuevo y un saludo
No quería dejar de releerlo y comentar un poquillo:
Como dije, durísimo en ambos planos y muy bien llevado a los demás.
Gracias también por tu tiempo y suerte.
Si esto no desaparece, si tienes tiempo y si tienes ganas, te pediría que leyeras los dos comentarios que hago en mi relato del 8 y 20 de agosto.
Gracias.
Si esto no desaparece, si tienes tiempo y sobre todo, si quieres, te pediría que leyeras los dos comentarios que hago en mi relato de los días 8 y 20 de agosto.
Gracias
Voto por este relato
En primer lugar te diré que cometí un error al prejuzgar tu trabajo, por ello te pido disculpas. Leí tu relato el año pasado y no me terminó de convencer por ello no me había propuesto leer el de esta edición. Un error porque el relato está bien construido, una historia que emociona sin llegar a ser sensiblera, así que te doy mi enhorabuena.
No voy a justificar el porqué de mi voto en esta fase. Lo que si quiero justificar es porqué no he votado al resto de relatos. Puede parecer un argumento muy socorrido decir que todos os merecéis el voto de los lectores. Es cierto, porque creo que se ha demostrado de sobra la calidad de vuestros relatos: no hay más que ver los comentarios que os han dedicado. En mi caso, creo que dejé claro en su día la buena opinión que me merecíann todos vuestros relatos.
Al principio me plantee la opción de votar a los cuatro relatos que las normas me permiten, pero pensé que esta estrategia es poco comprometida y carecería de sentido si todo el mundo decidiese hacer lo mismo. En la vida hay que tomar decisiones, que a menudo implican desechar otras alternativas de las muchas que se nos plantean. Asi que, finalmente, me convencí de que, a pesar de lo difícil que me ha resultado, debía regalar mi voto a uno sólo de los cuatro candidatos. Ya habéis comprobado por la temática de mi relato que me simpatizan las situaciones «anómalas», más alejadas de la realidad diaria que la mayoría de nosotros experimentamos. Por eso me pareció la opción más lógica el relato de Rafael. Pero no os preocupeis: la temática de vuestros relatos (las situaciones más o menos emotivas que nos plantea la vida diaria, la profusión de sentimientos, el derroche de sensibilidad) creo que siempre ha sido del agrado de la mayoría de los adictos a este magnífico certamen, asi que, sinceramente, creo que Vyridia, Triana y Aval, tendréis al final más éxito que Rafael y mi alter ego, Ambrose Bierce.
No se si al final desapareceré de este certamen de manera tan misteriosa como el autor de mi pseudónimo. De lo que estoy seguro es de que vosotros cuatro dejaréis una huella, si no imborrable, difícil de olvidar. Y si no, al tiempo.
Bueno, pues esto parece que en breve llegará a su fin. Ya veremos qué sucede; para mí sólo el hecho de que os hayáis detenido en mi relato, ya es un triunfo.
Lupe, gracias por tus comentarios, da gusto leerlos. Y en cuanto a lo que propones, en cuanto pueda, pasaré por donde me has indicado. Gracias de nuevo.
Withington, gracias por el voto, el primero, me ha hecho mucha ilusión.
E. Mendoza, no tienes porqué pedir disculpas; si el año pasado mi relato no te llegó, es lógico que no te apeteciera este año leerlo; creo que nos pasa a todos. Y por eso, con mayor motivo, te doy las gracias por detenerte en él. Me alegro que te haya gustado ( y sobre todo que no te pareciera sensiblero).
Ambrose, sólo me cabe darte las gracias de nuevo.
Muchas gracias, un saludo y suerte para todos
Voto por este relato
Voto por este relato
Como me gustaría mencionar a cada uno de los relatos que tuve el gusto de leer y comentar. La gran mayoría se merecerían estar en esta lista de cinco. Otros de ellos, aunque no están en este pequeño grupo, bien podrían ganar el certamen. Como participante, se me da el derecho al voto, por el relato o los relatos que bien se merecen ganar el premio del público. Lo repito: por el relato y no por el autor. Tres de ellos, por diferentes razones, desde mi gusto serian los apropiados para obtener ese trofeo de reconocimiento. Cuántas noches en vela, por todo el amor que su historia encierra. Ciento cinco, por la fuerza de su contenido que hace temblar al más insensible. Por último, Bengasi, mayo de 2011, por lo profesionalmente que está escrita esa historia. Aprovecho para darles las gracias a todos los que han votado por MATT. Él también, a su manera, les da las gracias y les manda un saludo. Por último, quisiera agradecer a los organizadores por haberme permitido ser parte de este importante certamen. Beso y abrazo (como corresponda) a los 193 participantes. AVAL
Muchas gracias por tu voto Triana. Matt tambien te lo agradece.
Voto por este relato
¡Enhorabuena por ser finalista!
Aún no he decidido mi voto. Quiero imprimir los cinco relatos, y “desmenuzarlos” a gusto, en papel, como mandan los cánones. Volveré, pues.
Beso.
Buen prosa. Relato sensiblero, busca de lagrima fácil. Creo que puedes hacer cosas mucho mejores.
Aunque no lo parezca, esto último pretende ser un halago.
Suerte
Hola Triana,
He de decirte que tu relato me ha llegado por el inmenso amor y ternura que desprende, quizá alguien vea en este relato una fiel historia de la realidad, has plasmado con sensibilidad todas las alegrías que te pueden llegar a dar los hijos y como esos mismos hijos te pueden llevar también a la más absoluta tristeza.
Este mundo sería mejor si todos pudiésemos mantener en el tiempo la inocencia y sonrisa de los niños.
Mis felicitaciones para ti y mucha Suerte
Voto por este relato!
Capitán, Aval,Mixalca y Huiliche, muchas gracias por vuestro voto.
Aval,Mimajo y Jara Maga, gracias por vuestras palabras; son gratificantes.
Y gracias también a ti, Becalus, por detenerte en mi relato.
Un saludo para todos
Hola de nuevo Triana:
No puedo evitar releer tu relato (y el de Vyridia, con el que creo que el tuyo comparte bastantes cosas) porque tengo una amiga que se encuentra en la misma situación que Carmen. No tiene una hija con síndrome de Down, pero padece una enfermedad muy similar a la de Carmen y con muy mal pronóstico. Cuando uno se enfrenta a una situación tan terribe como esta (y tan inevitable, pues aquí no nos vamos a quedar ninguno de muestra) cualquier intento de consolar a los afectados resulta totalmente fútil. Puede parecer una tontería, pero creo que una historia como la tuya elevaría mucho más el ánimo que cualquiera de las condolencias más o menos sinceras que se nos pudiesen ocurrir.
P.D.: me temo que tendré que copiar este mismo comentario a Vyridia, ya que me inspira los mismos sentimientos que tu precioso relato.
Suerte, suerte y, por si no fuera suficiente, más suerte.
Hola Triana, ya coincidimos en el concurso del año pasado aunque entonces participé con otro seudónimo (también tuve más tiempo de leer relatos a concurso y dejar comentarios en ellos…); me alegra mucho volver a leer algo tuyo. Respecto a tu relato, me ha resultado muy ligero de leer, bien escrito y para mí (puede que influya o no que tenga dos hijos…) con la sensibilidad justa para el tema que se trata. Enhorabuena y te deseo mucha suerte.
Voto por este relato
Voto por este relato
Como cada voto cuenta, me apetece expresar que aunque es cierto que los cinco relatos me parecen merecedores de haber llegado hasta aquí, si tras mi anterior comentario no aparece mi voto (siendo, claro está, mi voto mucho más valioso que mi comentario), es porque puede que mi mente sea muuuuuuuy cuadriculada, pero me decía que debía votar solo a uno de los cinco, y así lo hice…¡Suerte!
Júpiter en Sagitario, Noski y Salomé, ¡¡muchísimas gracias!!
Triana,
relato intenso y repleto de amor, has logrado captar al lector, por lo menos a mi.
Mucha Suerte y un abrazo.
PJ
VOTO POR ESTE RELATO
Prometí regresar y eso hago.
Tras releer todos los relatos finalistas he decidido dar mi voto a Bengasi ( he votado sólo uno, el que realmente me ha parecido mejor en cuanto a forma y contenido).
Para tí un beso y mis mejores deseos.
Espero volver a tropezar con tus letras por estos u otros andurriales.
Jara Maga.
Voto por este relato
PJ, Jara Maga y Lucille, gracias a los tres; que hayáis leído mi relato, ya es un triunfo para mí. Gracias y un abrazo
Como ya sí parece que se acaba todo (independiente de que se quede en la web e incluso quizás podamos seguir hablándonos), quiero:
Por un lado expresar mi experiencia:
Es la primera vez que escribo algo para darlo a leer a los demás, bueno, no es del todo cierto, al mismo tiempo lo hice con otro relato corto, pero no tiene nada que ver con el seguimiento de este. Y la experiencia ha sido preciosa. ¿Qué iba yo a imginarme que habría tantas personas comunicándose alrededor de este concurso?, ¿cómo iba a pensar que unos días con más tiempo y otros con menos, esto me iba a llenar tanto?, (tanto que estaba deseando acercarme al pc para ver qué había de nuevo).
Y por otro lado expresar mi agradecimiento y felicitación tanto a la administración, que creo que trabaja con muchísimo interés para sacar esto adelante, como al resto de (¡prepárense!), «escritores y escritoras».
Cuando pueda iré tomando nota de sugerencias hechas en varios campos, tanto en recomendaciones estilísticas como en lecturas, (me permito hacerlo yo con los dos libros a los que aludo en mi relato).
Creo que a unos once relatos les he hecho una consideración especial, para decirles que eran los que por uno u otro motivo más me habían gustado. Digamos que en una libreta puse una frase a todos y una calificación. Esos alcanzaron hasta un ocho, pero hay después un número largo con un siete, de relatos que me han gustado, pero casi en todos, me lo ha estropeado la falta de originalidad en temas creo que demasiado socorridos e impactantes. Si volviera a leerlos, seguro que variaría mi opinión cualitativa y cuantitativamente, pero eso ya queda para otros momentos.
De nuevo, gracias a todos y suerte.