185- La única conferencia. Por Lupe
- 15 julio, 2011 -
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Elvira no paraba de revolver todos los papeles, las tarjetas identificativas, las credenciales…y no aparecía nada. En el Apple que manejaba con soltura tampoco encontraba referencias.
Cuando él se le dirigió, lo hizo con tal apostura y gallardía, que no se atrevió a mostrarle ninguna de las dudas que sentía o más bien, presentía sobre él.
Se le presentó como Víctor Ignacio Daza Alarcón. Filósofo y pensador. Catedrático emérito de la Universidad de Viena.
En el «VI Congreso de Filosofía, vida y muerte», Elvira era la Directora del evento de renombre en el mundo entero.
Además él añadió que según estaba previamente concertado, era la suya la primera ponencia de ese día, del día en que comenzaban las sesiones. Elvira tenía que apostar todo a una única carta, o le pedía que se retirara hasta que se resolvieran todas las comprobaciones pertinentes o se dirigía al público, que ya esperaba sentado en sus cómodos sillones, inauguraba el Congreso, y pedía disculpas por cambiar el orden que estaba previsto en el tríptico informativo que tenían entre sus manos.
Se decidió por la segunda opción. Presentía que ella misma necesitaba escuchar al orador que de alguna forma la había abducido.
Elvira proyectó en la pantalla el nombre y la calificación profesional del que sería el primer ponente de aquella mañana.
El conferenciante subió al estrado y puso en el atril los papeles que contenían el texto de su exposición.
Comenzó hablando de imágenes, de las imágenes representativas de esas tres palabras que daban título al Congreso.
De la Filosofía o el filósofo, identificados con el sesudo loco. La muerte identificada con la vieja decrépita. ¿Y la vida?, ¿con qué la identificamos? Lanzó la pregunta a los oyentes, pero sólo de forma retórica, no tenía la menor intención de dejar que nadie lo interrumpiera.
Dijo querer hablarles sobre la categorización de las personas con respecto a la bondad y maldad, conceptos en todos los ámbitos, pasados de moda, pacatos y trasnochados. No tengo intención de suavizarlos con mezclas entre ellos ni demás obviedades. Tengo totalmente realizada esta clasificación, casi estanca y aún a riesgo de sonar timorato, desfasado y absolutista, necesito difundirla:
Existen personas buenas, malas y comunes.
Me centraré en los conceptos respectivos a tales categorías:
La maldad entendida como la capacidad de hacer daño gratuito al otro; no daño, sino daño gratuito. Y ratifico este calificativo, porque es lo que al daño le imprime maldad. Es la capacidad para anular la dignidad del otro. Normalmente no suele ser una conducta generalizada con todos los demás ni a lo largo de toda una vida.
La bondad por propia definición será la antítesis, pero sumándole otra capacidad, la capacidad de dejarse sustraer a veces la dignidad, sin resistencia, o al menos, sin férrea resistencia.
Y añadiría la categoría del común. Aquel humano que es malo sólo lo justo y bueno sólo lo preciso. Con alarde pantagruélico de parecer bueno, descubre la bondad por si necesita valerse de ella, sin ensañamiento, sólo rozándola y advirtiéndola. Con la maldad no podrá ni querrá cebarse, no es su fin.
Algunos de sus iguales, con frecuencia le aplican la frase: «Es buena persona, pero…» No utilizará la maldad gratuita, pero es bien cierto que gracias a abundantes y prósperos episodios de bondad hacia destinatarios elegidos por él, obviará en su conciencia actuaciones menos buenas para con otros pacientes.
Dejamos en suspenso esta clasificación, para centrarme en otro tema cuya trama espero que al final forme con este, una urdimbre bastante clara y compacta.
Se trata ahora, de diferenciar la vida en la realidad y en la ficción.
Quiero desmontar la afirmación: «La realidad supera la ficción».
Un relato, una novela, un guion, narran unos hechos de vida. Hechos donde hay actuaciones de vida, de maldad, bondad y de personas comunes. En ellos entendemos al personaje, puede que no logremos una empatía con él, pero lo comprendemos porque conocemos los antecedentes y hasta las consecuencias de sus hechos. Y sobre todo sabemos lo que piensa y lo que siente. Entramos en él.
¿Cómo se puede saber eso en la vidad real? No hay ninguna fórmula, ni aún siendo el máximo confidente del protagonista del hecho.
Establezcamos ahora la urdimbre de ambas exposiciones.
Para ello, veamos ejemplos de la ficción:
En la película «Un tranvía llamado deseo», entre los tres protagonistas; un matrimonio y la hermana de ella, se refleja maldad por parte del marido hacia su cuñada. Lo entendemos, aunque nos golpee, no se trata de darle nuestro beneplácito. Hay en cambio bondad por parte de la mujer para con su hermana.. Y además entre la pareja hay bastante, de comportamiento de comunes. ¿Podríamos entender todas esas relaciones en la vida real?
En la cinta de «Los puentes de Madison», de nuevo tres protagonistas, un matrimonio y el amante de ella. Vemos la relación entre estos dos últimos, dos personas comunes a las cuales entendemos y justificamos. Además sin ser personajes tan relevantes, palpamos incluso, los sentimientos de casi todos los demás, con respecto a dicha unión. ¿Se entendería esta relación en la vida sin posibilidad de saber lo que piensa y siente cada uno? Una vez más es la ficción la que muestra todos los ángulos, la vida solo los parcelaría.
En el libro «La soledad de los números primos», a dos personas que después mantendrán relaciones cambiantes y convulsas, los conocemos como personajes que son y serán así, solo por lo que fueron. ¿Cómo podemos conocer en la vida real esos antecedentes? Posibles actuaciones calificadas de bondad o maldad en la realidad, vemos que en este caso, solo son actuaciones de comunes.
En la novela «El último encuentro», el protagonista pasa toda la obra preparando una conversación con otro amigo al que quiere pedirle explicaciones sobre unas actuaciones de traición e infidelidad en su juventud. Sin embargo cuando ya tiene ese último encuentro con él, no es capaz de hacerle determinadas preguntas. Conocemos todo lo que piensa, lo que le ha llevado a necesitar esa entrevista. Podemos entender cómo después de tanto énfasis en la preparación, su comportamiento último, es tan poco previsible, tanto que en la realidad rozaría lo absurdo.
Y ahora a la inversa veamos ejemplos de la vida real:
Una mujer va a estacionar su coche en batería, señalizando debidamente a la derecha. Cede antes el paso a un conductor que viene por la izquierda, cesión que este aprovecha para ocupar el hueco. Cuando la mujer que iba a realizar la maniobra se baja y le recrimina su acción, el hombre retándola, le dice que la ha visto perfectamente y que se ha aprovechado porque ha querido y podido. No hay atenuante ni explicación posible, se trata de un acto de maldad, de la vida real. ¿Qué pasaría en la ficción?, pues que podríamos saber motivos, antecedentes, pensamientos, relaciones, y llegar quizás a entenderlo o incluso, aunque parezca imposible, ser capaces de justificarlo.
Otro ejemplo de la realidad:
En una familia hay un miembro considerado bueno por todos, excelente. Se le dice continuamente que tiene que dejar de ser tan extremado, en especial otro de ellos, que lo aprecia bastante y que siempre le dice que tiene que aprender a decir, no. Un día este último le plantea una situación que a todas luces lo perjudica, quizás sin intención de hacerlo, pero él y su entorno más cercano, lo entienden así. El primero se atreve a manifestar su voluntad y le dice que no puede asumir el plan.A partir de ese momento, el solicitante nunca más le hablará, y el demandado siempre se arrepentirá de haber sido capaz de decir no.¿Cómo podremos saber cómo fue el planteamiento, las preguntas las respuestas, las relaciones…? ¡Cuánto hubiéramos podido saber en la irrealidad y qué bien hubiéramos podido conocer toda la trama!
Por todo ello la ficción es la realidad, y esta es solamente una visión parcelada de ella misma.
Los comentarios del público se iban escuchando en un murmullo inquietante.
Cuando decidió despedirse, el conferenciante dijo que sabía que habría controversia en moralistas, éticos, religiosos, innatistas, medioambientalistas, conductistas, etc.
Pero que nada de lo expuesto salía de su pensamiento, que solo se trataba de una experiencia constatada arduamente, no en vano tendrían la solución respecto a esta argumentación, uniendo las iniciales de su nombre, constituyendo así su auténtica identidad.
Concluyó diciendo :
«El animal, el perro por ejemplo, ataca cuando huele la maldad. El humano es el único animal que ataca con saña o sutileza, cuando lo que huele, es la bondad. No obstante, resultará harto difícil distinguir esas categorías en la visión difusa e incompleta que nos muestra la vida»
Bajó del estrado con paso decidido, pero lento, dirigiéndose hacia la puerta. No hubo un solo aplauso. Todos los ojos lo seguían. En el ambiente flotaba una impresión de sorpresa sobrecogedora.
Elvira lo siguió a unos pocos pasos. Cuando abrió la puerta que él acababa de cerrar, no pudo encontrar a nadie en el amplio horizonte a otear, que rodeaba al Palacio de Congresos.
Cuando retiraron los folios del atril, estaban totalmente en blanco.
185- La única conferencia. Por Lupe,
Es un cuento curioso, casi más un ensayo que un relato si no fuera por el misterio de quién era Victor Ignacio.
Es una interesante visión del mundo, la moralidad y la relación entre la realidad y la ficción.
Creo que podría ser más claro que son las palabras del ponente, quizás usando punctuación o seperando lo que dice Victor Ignacio del comienzo y final del relato con más lineas en blanco.
Gracias.
Quería aclarar en primer lugar que al pasar el texto del documento que yo tenía en mi PC, al formulario requerido, han cambiado sin explicación, algunos signos de puntuación, separación de párrafos, etc. que servían para delimitar cada idea.
Por otra parte, no he querido aclarar nada más,ya que me parecía innecesario ayudar a los interesados lectores.
No señalo con guiones cuándo es, Víctor Ignacio, el que habla, porque en realidad es el único que habla, además del narrador.
Me planteé igualmente destacar con cursiva o con cualquier otra marca tipográfica lo que da sentido a todo el relato, que es la frase donde él mismo dice que «U N I E N D O
L A S I N I C I A L E S D E S U N O M B R E,
S A B R Í A N Q U I É N E R A Q U I É N L E S
E S T A B A H A B L A N D O», y por eso el misterio de su planteamiento, ya que hablaba la VIDA misma.
Se ha quedado un poco raro escrito el comentario anterior, en cuanto a aspecto.
Solo quiero exponer lo que yo al revisar, sea por lo sea, considero erratas:
1- Que el párrafo :»En una familia…asumir el plan», debe estar unido a los dos siguientes, sin espacios.
2- Que a mí me resulta chocante no ponerle tilde a solo cuando se puede sustituir por solamente, pero eso ya es un error ortográfico, y por eso me ha traicionado el «sólo´» de la frase …»pero sólo de forma retórica»…, que debe ser «solo».
3-Y que me cuesta no poner esa tilde, o la de los pronombres demostrativos, o la de los momosílabos con diptongo (ej. solo, este, guion), pero que esto ya es así y hay que aceptarlo.
A MÍ TAMBIÉN ME HA PARECIDO UN ENSAYO, ESO SÍ MUY BIEN ESCRITO A PESAR DE LOS ERRORES ORTOGRÁFICOS. SUERTE
Gracias por el comentario.
Me interesa mucho lo de los errores ortgráficos, porque yo solo soy consciente de haber puesto tilde en «solo» en la frase: «Lanzó la pregunta a los oyentes, pero sólo de forma retórica…», cuando ya la RAE no permite poner esa tilde.
Lo que comento en este foro es el trabajo que me cuesta aceptar determinadas normas de la RAE nuevas, pero SÍ las he acatado, como es obligatorio, para no cometer precisamente eso, errores ortográficos.
Así que te pido que me digas cuáles son los que has observado, porque no soy consciente de ellos y me ayudará.
Otra cosa sería el aspecto del primer mensaje, que quise utilizar espacios entre letras y demás, para destacar una idea y se quedó fatal, ¡me lío!
Respecto al «ensayo»: En el primer mensaje quizás no dejé claro que a mí sí me parece un relato. Aunque es verdad que el meollo de la charla que da Víctor Ignacio Daza Alarcón (VIDA), tiene estructura de pensamiento, pero está dentro de un principio y final novelados.
NO HAGAS MAYOR APRECIACIÓN DE MIS COMENTARIOS, DE TODOS MODOS, LUPE, ES TU TRABAJO Y COMO TAL DEBEMOS DE ACEPTARLO Y RESPETARLO, TAL VEZ NOS GUSTA O NO Y HACEMOS UN COMENTARIO POR DEMÁS OCIOSO. TE MANDO UN ABRAZO Y TE DESEO SUERTE, ADELANTE.
Unas reflexiones muy interersantes y muy acertadas.
Respecto a lo anecdótico del «sólo», el cambio a «solo» (sin tilde) es ya efectivo para la RAE. Aunque, según tengo leído, la Real Academia sigue aceptándolo con tilde cuando es sinónimo de «solamente». Vamos, que valen los dos, por el momento.
Suerte en el certamen.
Ingenioso lo de que sea la vida misma la que habla. Si no lo explicas en tu comentario, yo ni me habría dado cuenta. Hay mucha reflexión en lo que has escrito, demasiada quizás para que parezca un relato (ya se ha dicho varias veces que más parece un ensayo). En cualquier caso te deseo suerte
Muchas gracias.
Me preocupa que no se entienda que es la Vida quien habla.
Hay dos guiños al respecto, el primero cuando Víctor lanza aquello de la identificación de la Filosofía con… y la muerte con…y deja en suspenso con quién se identifica a la Vida, que «en este caso» es con un hombre de apariencia normal y corriente, y después y definitivo cuando dice que uniendo las iniciales de su nombre sabrán quién les ha hablado.
Me halaga que parezca un ensayo, pero yo veo que es un relato pues si se suprimiera la parte de pensamiento de Víctor, habría narración y descripción de unos hechos con sentido, con un principio y un finasl, aunque, brevísimo.´
También el título de la «ÚNICA» conferencia, dice que una vez que escucharon al conferenciante, a la Vida no cabía nada más en el Congreso.
Original. Me ha gustado mucho
El mensaje que quieres trasmitir es ambicioso, pero el texto creo que no lo consigue .Me da la impresión de que quedan demasiados cabos sueltos y que el lector, al menos en mi caso,puede quedarse confuso e indiferente a la propuesta.
Te deseo mucha suerte Lupe,creo que el reto que planteas puede ser interesante en otro formato narrativo.
Saludos
Filosofas muy bien y a mi me ha gustado siempre la filosofía.
Yo encuentro que el relato queda claro, aunque no había pensado que el conferenciante fuera la Vida.
Me ha gustado.
La verdad LUPE, me parece complicado de entender todo lo que expones, y menos queriendo hacerlo a traves de un relato. Hablar de «personas buenas, malas y comunes», establecer en qué parámetros se mueven la bondad, la maldad…, pues me parece harto complicado «per se» (ya sabes eso de la realidad virtual que se lleva tanto ahora). A mí se me ha hecho muy confuso, pero ahora referido a la forma de narrar. No al contenido (que también). Hay veces que no sé si habla directamente el conferenciante o el narrador. Por ejemplo, en los comienzos del relato, en el párrafo que empieza «Dijo querer hablarles…., la segunda frase «No tengo intencion de suavizarlos…., entiendo que es él el que habla, cuando en la anterior del mismo párrafo es el narrador. Y conste que es un tema que me interesa desde un punto de vista convivencial, que no filosófico. Que el conferenciante sea la propia VIDA…, pues yo lo sé ahora por que he leído los comentarios anterios. Y este tipo de incomprensiones en un relato (espero que no te moleste mi apreciación), no es positivo. Hace que se deje de leer sin acabarlo. Conste que eso nos pasa a todos (al menos a los que no hemos escrito mucho), pero mi idea para poder avanzar en esto, es que hay que ser más claro si se pretende llegar al lector.
Respecto al contenido hay una par de frases que me han llamado la atención (hay más, pero haría falta mucho más tiempo), ya en el terreno filosófico. «El perro ataca únicamente cuando ve la maldad». «El hombre es el únio animal que ataca cuando ve la bondad». Respecto a la primera, el perro, creo, no conoce la maldad, únicamente defiende el territorio o busca comida. El resto del tiempo espera paciente. Con la segunda estoy más de acuerdo. Eso se llama envidia, diría yo. Es la opinión de alguien poco dado a filosofar. Soy demasiado funcional. Me gusta entender lo que ocurre a mi alrededor. Y la filosofía, en mi opinión y en un sentido muy genérico, es el arte de retorcer las cosas simples que ocurren cada día, para que no se entiendan. Bueno espero que no hagas demasiado caso a mis apreciaciones y sobre todo que no te hayan molestado. Suerte en el concurso.
Por cierto, yo también tengo un relato en el concurso y me gustaría saber tu opinión. Es el número 179-Danza Contemporánea. No necesito ningún voto, lo que necesito es saber si tiene algún valor para EL LECTOR. ¡Qué puede estar bien o mal! ¡Qué añadirías o quitarías! Si está bien o mal adjetivado, si el ritmo literario es interesante. Si es demasiado técnico o no. En fin, el PUNTO DE VISTA DEL LECTOR. Sin ningún reparo además. A mí éste me parece un buen concurso justamente por lo que digo, por que se publican todos y da oportunidad de saber la opinión de otros LECTORES, que es lo que a mi me interesa. Pero hace falta leerlos y a veces…. Ya sé que hace falta tiempo. Sinceramente te lo agradecería. Como te decía, suerte con el tuyo.
Gracias.
Aunque haya contestado en conjunto, creo que debo esto debo decírtelo a ti:
Lo que pone es que el perro, por ejemplo, ataca cuando huele (no cuando ve) la maldad, y el humano lo hace cuando lo que huele (no cuando ve), es la bondad.
Es algo que hace referencia, por ejemplo a perros de los cuales se dice que parece imposible, de dóciles que son, que vayan a poder defenderte, y los «expertos» dicen sí lo harán porque ellos saben, intuyen, huelen, cuando alguien va con malas intenciones, y aunque parezca imposible, atacarán.
Y de forma metafórica dice la Vida que el humano en cambio, ataca cuando lo que huele es la bondad, algo así como que ante una persona buena, si le es necesario, este, más que protegerla lo que hará, será abusar de ella.
Un relato reflexivo e interesante en cuanto a la visión del mundo que expones. Suerte.
Gracias a todos.
Sigo intentendo leerlos y comentar alguna cosa, pero es verdad que al ser tantos, y aunque parezca que no, larguillos, de distinta temática, distinto estilo, etc, hay que hacer un esfuerzo y echarle tiempo para enterarte de cada uno de ellos, sobre todo a cuanto a matices muy concretos que pueden ser muy interesantes.
Por eso me interesan vuestros comentarios y me halaga por ejemplo el de NOSKI, que se ha interesado tanto en el conjunto como en detalles.
He querido jugar un poco con el lenguaje y prescindir como ya he dicho de aclaraciones. El narrador SIEMPRE habla en PASADO mientras que el ponente, la vida, utiliza en general el presente, algún condicional o futuro, pero nunca el pasado, entonces eso creo que separa a uno y a otro.
Además esa confusión solo podría ser en el párrafo introductorio de la conversación del orador: «Dijo querer hablarles…»(el narrador), y de pronto: «No tengo intención de suavizarlos…» (el conferenciante), y ya hasta que al final interviene el narrador para decir: «Los comentarios del público…», todo es el discurso de la Vida.
De todas formas gracias por leerlo con tanto interés.
Leeré el vuestro en cuanto pueda y por eso os contesto en conjunto, aunque haga más referencia a NOSKI por sus observaciones.
Me fascinó tu relato. A decir verdad «lo devoré». Me Parece una idea genial, excepto que tengas que aclarar que era la vida quien hablaba. Habrías podido sugerir al comienzo o al final algo así como: «para conocerme basta unir las iniciales de mi nombre». Sin esto el relato se convierte en una «adivinanza». Sin embargo me ha gustado.
Gracias.
En el renglón 12 empezando por el final, el orador dice:
«Pero que nada de lo expuesto salía de su pensamiento, que solo se trataba de una experiencia constatada arduamente, no en vano TENDRÁN LA SOLUCIÓN RESPECTO A ESTA ARGUMENTACIÓN, UNIENDO LAS INICIALES DE MI NOMBRE, CONSTITUYENDO ASÍ SU AUTÉNTICA IDENTIDAD.»
Es decir sí está expresado, lo que pasa es que como ya he dicho no me parecía necesario ni de recibo destacarlo así, con algun detalle tipográfico.
Una reflexión curiosa pero con muchos huecos entre los argumentos. Carece de rigor, de sistematización. Supongo que pertenezco al grupo que citas como antitodo. Uno de los muchos deslices que cometes en tu reflexión, sería atribuir a los perros cualidades morales. Eso es imposible, como sabe cualquiera.
Finalmente resaltar que el concepto VIDA (al que tanto aludes y que incluyes en el acróstico del orador), ni siquiera está definido científicamente.
Pero bien, está muy bien abrir líneas de pensamiento y debate, pues siempre enriquecen.
Un saludo con mis mejores deseos para el certamen.
¿No rigor, no sistematización, en qué?, ¿en el tema, en la redacción…?
¿Acróstico el discurso del orador?, será en sentido figurado por lo unir las iniciales de su nombre, ¿no?, porque ese término creo que no define nada que esté en el texto.
¿Qué quizás yo considere que perteneces al grupo de los que yo llamo «antitodo»?; me pierdo, no recuerdo haber usado ese término para nada, ni en el relato ni en los comentarios, repasaré si es que he comentado algo en el tuyo, aún no lo sé.
¿Que le atribuyo cualidades morales a los perros?, eso sí que no. Hablo de que el perro ataca cuando HUELE la maldad, en el sentido de oler la adrenalina o lo que sea de la persona que puede acercarse para hacerle daño a su dueño, no que que el perro se ponga a pensar y decida quién es malo o bueno.
¿Qué no defino Vida?, no, ni Filosofía, ni Muerte, ni ninguno de los términos usados. Precisamente por eso es un relato y no tiene nada que ver con un ensayo. No hay ningún estudio de nada, ni pretendo nada parecido, por eso, por supuesto que no hay ningún rigor científico, lo que pretendo es que haya algo de literario.
De todas formas, gracias por leerlo y comentarlo, pero me temo que ha habido un poco de lío, ¿no?
Lamento mucho, Lupe, que te hayas tomado así mi comentario. Tal vez es cierto que ha sido muy impreciso, tampoco me quería extender demasiado. No te lo tomes demasiado en serio, pues está escrito sin ninguna mala intención.
Por partes: No hay sistematización precisamente por eso, porque es un relato y no un ensayo. Pero convendrás conmigo que das grandes saltos en tus reflexiones. Mezclas cuestiones de tipo ético y moral, con otras de caracter ontológico como el concepto de realidad o incluso, psicológicas como la subjetividad etc…
En cuanto a lo del acróstico, me he debido expresar mal. El nombre del orador forma un acróstico con la palabra VIDA, cuestión que tú misma te has encargado de señalar por si no nos habíamos dado cuenta.
En cuanto a lo del perro… pues tal como lo expresas: «huele el mal»… no tenía ni idea de que la adrenalina fuera la síntesis del mal, pero queda aclarado con tu explicación.
Y en cuanto al concepto VIDA, claro que no lo defines, ni tú ni nadie. No hay consenso sobre su significado. También me he debido expresar mal, igual que con el término «antitodo», al que me referí por simplificar.
En definitiva, insisto en que me gustó tu relato, que me lo tomé como lo que es y que me parece muy acertado traer asuntos de pensamiento para poder reflexionar.
Lo que te señalaba en mi comentario no tenía otra intención que quedarse en el terreno de la anécdota y pasar de manera somera sobre algunos aspectos sobre los que se podía (y se puede) discrepar. Reitero mis disculpas por los posibles equívocos o confusiones en su interpretación.
Un saludo de nuevo.
De verdad que no tienes que sentir nada.
Que puedes expresar, y con ello se aprende mucho, lo que te parece.
Que lo único que sí me fastidió fue lo los «antitodo», que repito que creo que yo no he usado esa palabra.
Lo del perro, no pretendía darle connotaciones científicas de si de verdad huelen o no el riesgo, pero, ante un perro grande, me sorprende la alegría que le da cuando llega alguien que no conoce, entonces siempre he comentado: ¿cómo es que un perrazo así no se pone en guardia?, y personas relacionadas con los animales me dicen que el perro sabe que esa persoona viene con buenas intenciones, que si fuera lo contrario, ya veríamos cómo sabría reaccionar, por INSTINTO (yo en relaidad no me fío mucho, pero eso dicen)
Y de las definiciones y demás pues lo dicho, la Vida es un personaje y como tal, ficticio y dice lo que se le ocurre, pero eso el personaje, no el autor, y por todo ello es un relato , nada científico, otra cosa es que nos guste o no, y que a veces estemos o no de acuerdo con lo que dice, sin más, pero teniendo en cuenta que son palabras del PERSONAJE.
Tengo que confesar que escribiendo esto me he dado cuenta de que en el comentario que yo hice de un relato, pongo muy interesante que «creía que el protagonista no debería haber hecho…», el autor me puede decir que el personaje hace lo que quiere y otra cosa es que a mí me guste o no esa reacción, o incluso al mismo autor puede no gustarle, pero eso es lo que ha parido su IMAGINACIÓN y ya está.
Y ahora, muchas, muchas y sinceras GRACIAS por todo tu interés.
LUPE:
Pues resulta que ya lo había comentado pero no lo recordaba (mira más arriba). Lo siento, ha sido torpeza mía. Los años que no perdonan.
Un saludo afectuoso
Pues es un escrito difuso por donde se mire.Ortografía agonizante.Es profuso, espeso y sin norte fijo. Hay un largo sendero por estudiar y recorrer
Gracias por leerlo y me parece muy bien todas tus opiniones.
Solo necesito que me aclares le de «ortografía agonizante», de verdad, lo necesito.
Gracias.
He puesto en el buscador maria Rusher y no sale nada, ¿tú no participas en el concurso?, si puedes respóndeme a lo de la ortografía, yo no consigo dar contigo para preguntártelo y no creo que vuelvas aquí, pero por si acaso…
La verdad es que estoy sorprendida por los comentarios a este relato… no estoy de acuerdo con casi ninguno!
A mí me ha encantado. No he tenido ningún problema para saber quien hablaba cada momento. Y el texto deja clarísimo que el ponenete es la vida.
Es diferente, da qué pensar. Tras su lectura, miras con otros ojos «la realidad» y «la ficción». Y es verdad que existen esos tres tipos de personas. Has escrito cosas que sabemos todos, pero sobre las que no hemos reflexionado.
Estas reflexiones podrán gustar o no pero para mí están muy bien expuestas.
Muchas gracias por tu relato. Y suerte!!
No te puedes imaginar cómo me motiva tu comentario
Muchísimas gracias.
Un abrazo y suerte.
Estoy de acuerdo con el comentario de Catch-22.
Yo lo he entendido bastante bien (salvo el pequeño error de las puntuaciones y las separaciones de párrafos, que aclaras en tu primer comentario) y me ha parecido muy interesante. Nunca había meditado sobre la realidad como «versión parcelada de ella misma». Siempre vemos los actos de los demás y creemos conocer sus motivaciones, cuando solo sería posible si fuesen personajes de ficción.
Espero que tengas mucha suerte y te dejo una reflexión:
¿Habrá alguien leyendo nuestros devenires (y entendiendo los motivos de nuestras acciones) en una novela?
¿Victor Ignacio Daza Alarcón quizás?
Según mi ignorante parecer, un cuento, o relato corto, debe ser algo un lector pueda leer a un corro de oyentes variados y retener su atención todo el rato. Solo con la voz. Éste, ¿lo conseguiría? No lo sé. Pero leído para mí mismo, sí que me ha gustado. No solo me ha gustado sino que me quedo con la intención de leerlo más detenidamente, y más de una vez.
Suerte.
Gracias por leer mi relato o cuento y comentarlo.
Coincido contigo en que un relato debe ser apto para ser escuchado por un amplio público, creo que el tuyo lo consigue, y como en el mismo me lo planteé, creo que lo cumple, en las dos «partes» que lo componen:
Por un lado creo que sería ameno escuchar la introducción y final de la situación planteada, y por otro, interesante la ejemplificación de las dos películas, los dos libros (sobre todo si los has visto y leído respectivamente), y los dos hechos de la vida real, que son los antecedentes de las conclusiones que se sacan.
Muchas gracias por leerlo y por el comentario.
Filosofía y reflexión sobre la vida es lo que encuentro en tu texto. Reflexiones que no siempre considero acertadas, aunque se supone que no son tuyas sino de Víctor Ignacio Daza Alarcón.
Te deseo mucha suerte.
Dijo Bichat que la vida es el conjunto de funciones que resisten a la muerte, o dicho de otro modo, vivir es desarrollar el esfuerzo de vivir. Tu guiño final, con el abracadabra de la invisibilidad, conduce al lector a buscar la clave oculta del personaje en alguna parte del texto; y dado que puede comprobarse en Google que, según él, no existe ningún Víctor Ignacio Daza Alarcón, pues olisqueas por el texto, te esfuerzas (puesto que estás vivo)…, y salta la liebre.
Tras tantas opiniones de mis compañeros, apenas este apunte por mi parte sobre tus reflexiones con el todo por objeto, la razón como medio y la sabiduría como finalidad.
Felicidades.
Y, además de mi voto, ojalá pudiera, Lupe, colgarte una medalla de cualquier metal precioso por tu maratón lector.
Gracias es poco.
Gracias por tu interés, por tu atención, por tu documentación…
Es verdad que estoy intentando «leer» todos los relatos, pero, tengo como motivación que no sabía de qué iba esto, pues es la primera vez que me presento a un concurso y me entusiasma tanto como me agobia el querer llegar a todos. Además no sé si hay una fecha tope para hacerlo.
No los leo como quisiera y se merecen, porque es imposible, y me gustaría volver sobre muchos de los relatos, pero será difícil por el tiempo, y porque ya al final sí he tomado alguna nota respecto a cuales podían interesarme más, pero muy al final, así que…
También he dejado unas sugerencias en el apartado Noticias dentro de las dos primeras páginas, si puedes, a ver qué te parecen.
De nuevo, gracias y suerte.
Después de tanta polémica sólo puedo decir que, aunque no sea un relato «normal», me ha gustado, y lo he leído hasta el final de un tirón. Suerte en el certamen.
Pero ¿es que hay un duendecillo aquí dentro?.
He pedido ua rectificación de un separación de un párrafo y lo han arreglado volando.
¡Qué eficientes! Gracias.
Perdona Lupe. Tienes razón. Probablemente te he atribuido a ti, sin percatarme, una apreciación que no es más que el resultado de una serie de comentarios encadenados. Perdón, de nuevo, por mi torpeza. En cualquier caso, me reafirmo en lo que dije más arriba, al margen de quien inspirase mi comentario. Espero no haber molestado a nadie más.
Un saludo
Bueno, a mi me gustó, y bastante. Los planteamientos sobre filosofía, envueltos en empaque literario me encantó. Que esté de acuerdo o no es un asunto sin importancia, pues se trata de un relato, no de una ponencia. De paso te agradezco el comentario que hiciste de mi relato, y si, disfruto bastante de la opiniones que ha generado. Un abrazo y mis mejores deseos para el certamen.
Esto es casi absurdo, porque ya creo que las fuerzas se están debilitando a la hora de leer o de hacer comentarios, entonces si nadie pasa por aquí, nadie lo leerá, pero bueno yo quiero hacer esta reflexión en voz alta.
Quiero decir que «creo» haber leído o mal leído todos los relatos, pero ahora quiero empezar a hacer un repasillo que me permita tomar algunas notas sobre mis preferencias, solo para saber si coinciden con las de los demás y con las posteriores de la organización (y no me refiero a votos, sino a los comentarios en sí).
Ahora: si alguien me visita, ¿podría decirme (sin mirarlo, claro), cuál es el título de mi relato?. Lo he comprobado con algunas personas de mi entorno y me han dicho «La última conferencia» y no se llama así, y en este caso el título es premonitorio de la historia, pues viene a decir que una vez que la Vida dió su conferencia, ya no hubo ninguna más, tan importante había sido, que el Congreso acabó ahi y ya solo quedó espacio para la reflexión personal, y eso está muy determinado en lo de la «única»:»La única conferencia»
Otra observación:
Me ha extrañado muchísimo que nadie haga referencia a las películas y sobre todo a los libros de los que habla el texto, en el sentido de decir por ejemplo si los han leído, si ven que Víctor Ignacio elige unos buenos textos para demostrar lo que quiere… No quiero decir opinar sobre los libros en sí o si debería haber puesto esos ejemplos o no, (que una vez más digo que entiendo que el personaje hace lo que quiere), pero sí hablar incluso de los libros en sí, teniendo en cuenta que las referencias a autores, obras y demás, de una forma bastante erudita, han sido una constante apabullante (al menos para mí), en los distintos comentarios. Me imagino que el tiempo que se tarda en leer cada relato no puede ser más amplio (a mí me ocurre lo mismo), y se obvian algunos fragmentos, por eso yo digo en mi caso lo de mal leer.
Gracias y suerte a todos.
Hola Lupe,
en mi caso particular no te comenté nada de los libros ni las películas porque no las he visto/leído. Pero debido a que los pusiste en tu relato me quedé con la copla para verlas/leerlas en un futuro, desde ese punto de vista que has dado, porque me llamó mucho la atención.
Ahora mismo no lo hago porque cuando tengo un rato para leer me leo (y releo) los relatos de este concurso, y cuado tengo un rato para la TV me veo una serie (The wire) que me he descargado y a la que estoy enganchada. Ojalá alguien que los haya visto/leido te deje algún comentario sobre ello!, a mí también me interesa mucho saber qué te dirían.
Entiendo que te moleste un poco lo del recuerdo del título. El título es lo que da unidad y sentido al relato. Pero no lo des importancia. Yo creo que a veces hay palabras que estan colocadas al ladito en el cerebro y la mente las intercambia o confunde y quedan en el recuerdo mal puestas. Es porque única y última tienen las mismas vocales colocadas en la misma posición y están acentuadas igual, y las dos dan sentido a la frase. A lo mejor te parece una tontería lo que te digo, pero creo que a veces funcionamos así, y apostaría a que es algo que tienen en cuenta los publicistas, por ejemplo.
Bueno, voy a seguir mi tour por los relatos, aprovecho para desearte de nuevo mucha suerte.
Gracias por tu amplia respuesta.
No es que me moleste la confusión de «única» y «última», ya jugaba yo de antemano con la similitud de ambas palabras.
Lo que quería era comprobar que le ocurría a todo el mundo, lo cual me divierte tanto como rabia me da en el sentido de que pueda servir para entender mejor el texto, no puede ser la última, (aunque a su vez lo sea),pero lo que yo quería es que se viera que era la ÚNICA, la EXCLUSIVA, la DETERMINANTE…
Al hacer la comprobación con tres personas de mi entorno (y después más), que lo han leído con toda la atención y cariño del mundo y decir ellos la «última», quería comprobar si le ocurría a todo el mundo, y creo que sí.
Pero ya está, era un riesgo, y por eso sí que quería hacer el comentario al respecto.
Lupe, después de todos los extensos comentarios que tienes, el mío puede quedarse un tanto insulso; sólo quería decirte que leí de corrido tu relato, me atrapó, pasé un buen rato. Enhorabuena y suerte
¡Vaya, se me había pasado comentarte! Y eso que te leí hace tiempo, pero acabo de darme cuenta de que no te dejé ni unas letras. Mis disculpas por ello.
Tu relato es intenso y ambicioso,¡menudo tema! ¡Filosofía y Religiones varias siguen,despues de milenios, tratando de hallar los porqués de nuestra conducta! Por eso creo que el formato se le queda corto, las 2000 palabras, quiero decir, y quizá por ello la exposición de la VIDA deja demasiados cabos sueltos y preguntas en los labios de los oyentes (y en los nuestros,tus lectores)
En general lo encuentro bien redactado, aunque hay algunas frases que deberías repasar para evitar repeticiones de palabras (Ej:»decir, dice»…
se le dice continuamente que tiene que dejar de ser tan extremado, en especial otro de ellos, que lo aprecia bastante y que siempre le dice que tiene que aprender a decir…)
que deslucen una exposición donde palabras como «urdimbre» o «pantagruélico» denotan un alto nivel literario tanto del del ponente como de la escribiente ( que al fin y al cabo vienes a ser tú misma)
Un beso y mis mejores deseos.
Gracias Triana y Jara Maga.
A ti, Jara, me interesa muchísimo el análisis de frases como la que me dices de «decir» y «dice», me da mucha rabia haber usado así esa repetición. Gracias de nuevo.
Además ya tenía muchas ganas de que hubiera algún comentario, pues si no parece que esto no está vivo.
Suerte.
Lupe, tu generosidad no es comparable con la mía. Seamos francos. Yo comenté sólo una parte de los relatos según los iban colgando, al principio. Si te fijas, mis opiniones suelen encabezar casi siempre la fila. Pero, insisto, por razones de trabajo solo pude leer con un mínimo de rigor algunos de ellos.
Tú te has dado un auténtico palizón, con un talante de entrega y objetividad ejemplares. Te los has leído uno a uno, y muchos de ellos dos veces. Has comentado, analizado y aconsejado, siempre desde la humildad, y respondido a cualquiera. Y, encima, ahora andas, a modo de despedida, agradeciendo la participación a aquéllos que se nos ha visto con mayor frecuencia.
Me quedo sin adjetivos. Y te aseguro que no soy de los que dan jabón porque sí. Independientemente de tus dotes literarias, no me corto un duro en asegurar que, después de tres años participando en este certamen y sin conocerte de nada, te considero una “rara avis” como persona. Para bien.
No te despidas aún. Falta la votación del público participante (o sea, nada menos que nosotros ciento noventa y cuatro) y la traca final de finalistas y ganadores. Queda cuerda todavía para seguir fisgando por la web, tiempo para pasarlo bien y aprender, hasta para divertirnos.
Y, pase lo que pase y salga quien salga en la foto final, merecerá la pena que quedemos todos aquí mismo, como en la deliciosa peli aquella (creo que de Robert Mulligan), “El año que viene a la misma hora”.
No cambies.
Suscribo punto por punto lo escrito por Rafael, aunque él lo ha expresado mucho mejor que como yo lo haría. ¡Me quito el sombrero ante tu capacidad y paciencia de leer, comentar y releer todos los relatos! GRACIAS. Si existiera un premio al alma del certamen creo que te llevarías la palma.
A mí se me han quedado unos cuantos en el tintero y me da muchísima rabia.
No, no te despidas. O como diría aquel, ¡no se vayan todavía, aún hay más!
Un beso, de corazón.
Yo también quería darte las gracias.
También te dejo mis estrellitas y mis mejores deseos.
Mucha suerte Lupe, te la mereces.
Como juego de palabras:
«Quiero agradecer a los que me agradecen mi tiempo y mi esfuerzo, ya que es señal de que vosotros habéis empleado el mismo prácticamente». Me quedan aún bastantes que no sé si tendré ocasión de revisarlos.
Pero déjemos esto, yo sí quiero pedir comentarios, comentarios a mi relato, creo que más que estas felicitaciones, ni los votos, lo que nos enriquece y es lo que todos esperamos para satisfacción (o no) de nuestro ego. Por tanto, si esto continúa abierto a partir de esta noche, que repito que no sé cómo va, eso es lo que pido, comentarios y opiniones.
Querida Lupe, en primer lugar suscribo lo que dice Rafael (parece que no soy la única), eres un soplo de aire fresco.:)
En cuanto al relato me reitero en mi opinión anterior, una ambiciosa reflexión pero confusa. En cuanto a la mención a libros o películas, el riesgo es encontrarse con lectores que no hemos visto o leído todas las obras y basarse en algo que no se sabe a ciencia cierta si el lector conoce es dejar lagunas importantes en el discurso.
No quiero cerrar este comentario sin mandarte todo el ánimo del mundo para que sigas escribiendo y espero que sigamos encontrándonos cada año.
Un abrazo
Lupe, tal y como me pides en los comentarios de mi relato, y con mucho gusto, me comprometo a responder a esos dos comentarios tuyos del 8 y el 20 de este mes. Ya te han dicho que los relatos quedan colgados en la web, incluso los de años anteriores.
Buscaré el momento para releerlo con calma y sacarle toda la punta que pueda y sepa.
Prometido; sencillamente porque te lo mereces.
Gracias por releer mi relato. Te aseguro que yo también me voy a releer el tuyo y te dejo una opinión más eleborada. Es que aveces no tengo mucho tiempo y siempre lo hago por la noche. Mañana sin falta tienes mi comentario ampliado después de una lectura a conciencia. Yo también pienso que te lo mereces por el esfuerzo que has hecho y encima has hecho relecturas. Lo tuyo es vocación. Felicidades. hasta mañana.
Lupe, como te prometí, esta mañana he encontrado un hueco y leí despacio tu relato. Agosto permite esos escaqueos en horario laboral. Lo he releído en papel y con un lápiz en la mano.
Le he hecho algunas correciones ortográficas, ajustado la colocación de ciertas comas y espacios, obviado repeticiones, ubicado las comillas latinas e inglesas, tachado algún lugar común, etc.
Resultaría muy engorroso indicártelas una por una. Casi es más sencillo que realice las correciones sobre tu mismo texto y luego tú comparas con el original.
Todo esto con independencia de los comentarios que pueda emitirte sobre la estructura del relato, y, por supuesto, sobre esas películas y libros que citas. De los que sepa algo, claro.
Te confieso que no me he fijado apenas en los comentarios que otros compañeros han colgado bajo tu relato. Con tu cuento me tiro a la piscina y a ver qué te parece.
¿Prefieres que lo cuelgue todo aquí abajo? Yo creo que hoy o mañana lo podría acabar.
PD.- Esta revisión la he hecho encantado, por los motivos que ya sabes y sobre los que no voy a insistir. Pero no sería honesto si no te advirtiera que surgen de un simple aficionado a escribir más con la intuición que basándose en una formación humanista, ya que mi trayectoria profesional es del todo científica. O sea, que tómala como un conjunto de sugerencias de una imaginación sólo a ratos clarividente.
A ver:
Creo, solo creo, tener seguridad de que en mi relato no hay errores ortográficos, excepto, como dije desde el principio, el ponerle tilde a solo en dos o tres ocasiones, pero eso no ha podido sorprender a nadie, porque está puesta en todos los relatos donde se ha acentúado correctamente, (¿en el tuyo?) pero como la norma es tan nueva nos dejamos llevar por la fuerza de la costumbre, o nos resistimos ante la posible flexibilidad de la RAE, o lo desconocemos.
En cuanto a errores de signos de puntuación, separaciones, o de giros o expresiones, después de enviarlo, creo que he hecho varias correcciones al respecto, ahora creo que he acertado con la última, pero seguro que si lo intento, lo cambio de nuevo, pero eso ya no tiene solución en cuanto al certamen. Sí que me solucionó la organización juntar dos párrafos que al pasarlos del «pen» mío al formulario, se separaron, pero los han juntado sin más, y no hay espacio después del punto.
Por cierto no he querido en ningún comentario mío hacer alusión a errores ortográficos, sobre todo en aquellos en los que son muy numerosos, aquí no se trata de enseñar a escribir, sino ayudar a crear, o al menos así pienso.
En cuanto a los tipos de comillas y su uso, confieso que no tenía ni idea, que lo he consultado y que me ha encantado hacerlo, pero ahora busco en el ordenador y solo veo «estas».
He eliminado repeticiones de palabras que no me gustaban nada, al respecto me pareció interesante uno de los comentarios de Jara Maga, pero en su momento no tuve tiempo de más, después he tenido mucho.
Pero fuera de esto, que creo que es más de cursos específicos, (yo no he asistido a ninguno de ellos), sí sé que lo importante es valorar y fomentar la creatividad.
Y esto es lo que yo os pedía, comentario literario, de ideas, de originalidad, de estructura, de cohesión.
Lo del título era anecdótico.
Lo de los libros, sobre todo me ha extrañado que nadie dijera nada, no porque sea este o aquel libro, sino por el altísimo nivel que hay a la hora de hacer comparaciones con autores y obras, de recomendar lecturas de las que aprender, etc.
¡Esto es demasiado largo!, me pasé, bueno que lo lea quien quiera.
Según dices en tu comentario del 8 de agosto, te ha extrañado que no hablemos de las peliculas y los libros que citas en tu relato. Veamos
No he olvidado el nombre de tu historia, ya que es crucial que sea la «única» conferencia.
Me parece bien la realación con Los puentes de Madisón y Un tranvia llamado Deseo, pero ten en cuenta que eso ocurre siempre con la ficción, no sólo lo sabemos todo de los protagonistas,(a no ser que se trate de un relato de 1º persona)sino que el autor nos lleva por donde quiere y nos hace amar u odiar a según qué personajes.También he leído La soledad de los números primos, ahí sólo hay obsesiones y y soledad, no son malos, son desgraciados, pero tienes razón si los huibieramos conocido en la vida nunca habríamos tenido tanta información.
Sólo una pequeña crítica a tu relato, que me pñarece original y atreviso – no me gusta que el conferenciante tenga «apostura y gallardía» preferiría otra calificativos, algo que hiciera referencia a su profundidas, al poder de la sabiduría que expondrá. Un abrazo, Lupè.
Estoy completamente de acuerdo con el tema de los calificativos a la persona de Víctor Ignacio, a mí me sugieren como a ti, algo de prepotencia y superioridad, pero en este caso están empleados intencionadamente, la tiene que dejar anodada, tiene que estar seguro de que se saldrá con la suya, de que será la primera y única conferencia de ese Congreso, y claro, antes de empezar a hablar es difícil que convenza a Elvira de otra manera, que consiga su fin. Ya sabes; aquello de que lo importante está en el interior, pero hay que descubrirlo.
Respecto a esas dos películas y no otras solo son un ejemplo, y los libros, otro.
Muchas gracias y suerte.
Tu dedicación y esfuerzo bien merece una relectura pausada y en soporte papel, que es como mejor se saborean estas cosas. Pienso hacerlo en cuanto encuentre un huequecito. Prometido.
Beso.
Le he hecho un comentario bien amplio a Rafael, que estoy intentando copiarlo para tí, pero no sé. Si no te importa léelo en en de él.
Gracias
Y a todos, por supuesto, espero con ganas vuestros comentarios, que siempre son valiosos y de agradecer.
Me reitero: gracias.
¿Dónde estáis todos aquellos que alimentáis este intercambio de fluidos verbales?
Parece que esto va decayendo, yo sigo releyendo, pero ya al ritmo que puedo, y «recomento» poco, porque ya hay mucho dicho, pero, ánimo, ¡sigamos!
Suerte en general
Añado:
Pero siempre quedan cosas interesantes por decir.
Yo voy a intentar hacer algunas insignificantes aportaciones mientras que pueda.
¿Hasta cuándo se sigue el intercambio?.
Mientras ustedes quieran hacerlo Lupe, esta web seguirá visible permanentemente. Saludos
Gracias, y sin ánimo de ser cargante, ¡qué gracia me hace esta eficacia!
Hola Lupe, acabo de leer con mucha atención tu relato. Al principio me ha costado saber quién era el narrador y quién era el ponente, cuando llevaba la tercera parte del relato he decidido volver a empezar a leer. Respecto a que el ponente es «La Vida», siento no haberlo imaginado (sabía que algo se me escapaba, así que, antes de dejar tu comentario he curioseado en los que tienes…), pensé que era lo que aparecía sin más, un «filósofo de la vida», eso sí, muuuuuuy profundo él; quizá hoy esté poco inspirada…
¡El final me ha encantado!Te felicito por tu relato, ¡uf!, para mí creo que sería muy difícil crear algo así. Un abrazo, Lupe.
Muchas gracias, tenía ganas de savia nueva, de nuevos comentarios.
Voy a ver cuál es el tuyo y comprobar si lo he releído e incluso recomentado, no lo sé.
Abrir caminos y experimentar es bueno en si mismo, aunque los resultados sean imprevisibles. Está claro que hay lectores que prefieren lo explicativo y otros que no. Hoy en día el canon de la crítica alaba más lo no explicativo que deje cuanto mayor margen mejor al lector; esto en si mismo implica que la mayoría de nosotros no entendemos sin ayuda o explicación los considerados relatos maestros (¿Alguien ha leído «El gato bajo la lluvia» de Hemingway?)
Sin embargo lo comercial o rentable va justo por el otro lado, y la mayoría de lectores preferimos no comernos el coco y leer best sellers que te enganchan sin mayor esfuerzo.
A mi me gusta de tu relato que implica debate e incita a volverlo a leer para decirte o desdecirte (vamos, a ti personalmente no, sino a tu poco usual personaje y a sus argumentos) Sin embargo, no es ortodoxo en la forma y carece de las necesarias pautas que componen un relato,a saber: un prota que se enfrente a una situación y al final que se produzca un desenlace que suponga un cambio o no a este prota, que siempre sale ganando o perdiendo algo por el camino. Todo ello con los consabidos puntos de inflexión, etc.
La VIDA, en este relato no es un buen prota, puesto que llega, habla y se va y no le pasa nada. Elvira si hubiera sido una buena protagonista, con un antes y un después de la conferencia (Además al principio das a Elvira más importancia de la que al final tiene, puesto que se queda como mera secundaria y desinflada de importancia)
Que pena porque creo que te perdiste en eso y en las filosofadas, que están genial, pero te acaban sacando de lo que podría ser un cuento brillante si Elvira, ante la situación inicial que se le plantea, hubiera experimentado un cambio durante el relato, con un desenlace, el que tu quieras.
Yo lo reescribiría porque merece la pena tu idea original.
Muchas gracias Hermes, pero para mí el cambio que se produce después de la conferencia recae sobre la misma Elvira, y en todo el público, y en eso hay varios guiños que así lo dejan entrever:
– El título, por aquello de la «única» conferencia, pues ni Elvira sigue con el Congreso, ni el público como tal.
– El silencio del público.
– Las miradas de asombro.
– La controversia en el público asistente, así como en todos los sectores de la sociedad, los cuales como la Vida dice tendrían que empezar a cuesstionarse todo lo expuesto.
– Y ya llevas razón en que no se explica lo que hizo Elvira después, ni cada asistente, por eso es un final que queda dentro de una aureola de pensamiento sin más, pero yo sí que percibo ese cambio como semilla de reflexión, teniendo en cuenta que la Vida tiene ganado de antemano el no estar inventándose nada, sino constatando.
Ok Lupe, a quién tiene que gustar es a ti y si es así pues genial.
Besos
Necesitaba regresar por aquí y pedirte disculpas por no haber estado a la altura de tus expectativas como «comentarista» en tu relato. Contrariamente a lo que le sucede a mucha gente, el verano, a mí, me resta muchísimo tiempo de lectura y escritura. Espero que ya mismo, con el inicio del nuevo curso escolar ( lo siento por los profesores, pero ya va siendo hora de que las madres tengamos un pelín de tregua),poder resarcirme a gusto.
De nuevo gracias y ánimo. Yo estoy aprendiendo mucho de todo lo que voy encontrando por aquí.
Un beso enorme.
El que te hayas pasado de nuevo por mi relato es todo un detalle.
Aunque no hayamos sido del agrado del público, es bueno saber que nuestras historias gustan y quien sabe todavía.
Yo te daría el premio a la originalidad y a la proofundidad.
Un abrazo
Bueno, si en tu evaluación he sacado un siete, me lo voy a tomar, más que como que estoy en tu segunda lista, como que estoy en tu lista de nota NOTABLE, je je je…
Bromas a parte, ¡gracias Lupe! Besos desde Júpiter, que a estas horas no se encuentra en la constelación de Sagitario, sino que está entre la constelacion de Cetus y Aries (si mi programa informático no falla…).
Hola amiga Lupe, llegando al final de este concurso, veo que usted es de las pocas que continúa manteniendo el diálogo en el certamen. Solo quería saludarla, felicitarla por su relato, nuevamente,y desearle mucha suerte en el fallo de finalistas.
comentarle que luego le pasaré la dire de mi blog y otras redes sociales, para mantener contacto.Un abrazo cordial
Gracias por pasarte por mi relato de nuevo. Ese es el espíritu de este concurso. Un abrazo.