Eran tiempos donde ya nada era igual, con aire austero y sombrío, donde ya no existía espacio para soñar. Algunos pocos todavía lograban escapar, en busca de su legítima libertad, de alcanzar el más alto y puro estado de expresión, su verdadera identidad, donde el umbral de los sueños hace que todo sea realidad. Por cierto, sin ser aún por un instante, siquiera observados por la vasta multitud opacada entre sus penas, que ya había perdido su valor de luchar, finalmente vencidos se ahogaban adormecidos en un mar de falsas ilusiones. Pero, de todos modos para aquellos que podían abstraerse y saber que hay demasiada belleza para renunciar, desde ya valía la pena intentarlo, mas allá de que el fracaso significara el peor y mas duro de los castigos, la sumisión a la verdad de los que no creen en ella. Así nace una fascinante historia, que nos traslada en el tiempo y espacio, adentrándonos en la mente y vida de un joven que se animo a seguir adelante, a traspasar los absurdos limites impuestos por la rocosa hipocresía, a desafiar el destino que le fuera prediseñado mucho antes que tuviera la posibilidad de cambiarlo.
Allí estaba el, un joven muchacho, bastante apuesto, delgado, con sus ojos y cabellos castaños, en la edad que uno empieza a mirar por sobre el hombro de quienes te acogen e intentas ser tu mismo. Había nacido en una familia conservadora y algo rigurosa, y eso en principio lo decía todo, digamos para el, creo que ello le marco muy profundo y en definitiva le permitió ver lo que lo rodeaba de un ángulo un tanto diferente, es decir a la vista de otros, a los que llamaba comunes o simples almas perdidas. Faltaba mas que todo comenzara cuando sus padres le encaminaran a una posición económica asegurada, por lo que antes de que este alcanzara a pronunciarse por propia voluntad, su destino ya era el derecho y la justicia, que otra cosa verdad, si no lo que le permitiría una monumental como exitosa carrera llena de respeto, donde no habría lugar para errores. Ante ello, el joven, instintivamente demostró sus primeros impulsos al revelarse contra la dedición de sus padres, negándose a desarrollar la misma, manifestándose con una orientación, ciertamente altruista y benefactora, con la que podría verdaderamente hacer cosas que sirvan de utilidad a la humanidad en su conjunto. Lógicamente, dadas las circunstancias, no obtuvo el apoyo que esperaba, supongo que fue su primera frustración, entre otras que sabia a partir de allí le esperarían al sentir desde lo mas profundo de su interior por lo que lucharía, como cuando uno espera el castigo al hacer las cosas bien en ves de ser congraciado. Finalmente, y luego de intentar todo tipo de situaciones que le llevaran a lo que realmente deseaba, sin poder lograrlo por falta de recursos y escasa edad, no tuvo mas remedio que dejarse llevar por la corriente de estas aguas que nada le agradaban, así como los que se unen a alguien contra quien no pueden luchar, para inteligentemente desde este lugar alcanzar las metas que pretenden. Después de todo -el joven pensaba -siempre hay un lado positivo, quizás este no sea mi momento -puede que haga de ello algo importante o que sea importante algo que haga después de ello- y con la prometida recompensa de obtener un viaje a las ciudades donde se concentran las riquezas culturales mas trascendentes de la historia, se vio envuelto en un carrera profesional que enorgullecía mas a sus padres que a el mismo. Al cabo de un tiempo, desde ya con posterioridad a obtener su titulación, emprendió su primer viaje hacia los confines del mundo antiguo, donde nacieron y vivieron los mas grandes artistas de la historia del arte en todos sus sentidos. Era el hombre mas feliz del universo, entre esculturas, pinturas y monumentos ancestrales, caminando sin preocupaciones y lleno de energía por callejones de adoquines que daban a sitios llenos de anécdotas artísticas, o puentes que le dejaban añorar las cosas con las que soñaban en siglos anteriores reconocidos poetas, escritores o escultores; a los que realmente admiraba, no por su pronunciada fama, solo por la simple y al mismo tiempo compleja habilidad de haber logrado ser libres, pese a todo, tanto como volar suavemente en silencio y tan alto que nadie pueda cambiarlo. Pero, como todo lo bueno, cuando se dio cuenta había terminado, y de repente se hallaba entre ficheros, oficios judiciales y enormes expedientes, caminando bien trajeado con maletín en mano entre el ruido y humo de la ciudad, por calles repletas de personas comunes que deambulaban sistemáticamente, y que daban siempre a los mismos sitios repletos con publicidad de objetos que terminas obligado a consumir aún sin saber realmente para que, añorando agolpado por la gente entre pasaje y pasaje, las poesías, las pinturas, escrituras y música que alguna ves crearía para intentar demostrar cuanta hermosura hay a nuestro alrededor. Pero, para su disgusto, volvía a su cruda realidad al ser empujado por alguien que había perdido hacia tiempo sus buenos modales y que lo abalanzaba fuera del anden, para que se sumase al grueso que regresaba a sus insípidos hogares, escondidos en trajes oscuros y dentaduras relucientes, que seguramente –pensaba -antes se habían hecho una parada para ahogarse entre algunos tragos y tomar el valor de volver ante sus familias como grandes ejemplares.
El joven, intentaba cada día alcanzar la felicidad, sentir que lo que estaba haciendo realmente tenia una verdadera razón; pero a decir verdad, sabia en su intocable interior que de nada valían sus innumerables esfuerzos por hacer de su labor algo grandioso. Sus ideales, un total idealista, puramente dicho; se desgastaba casi hasta desmenuzarse entre la insensatez de quienes le rodeaban, que le objetaban sus desordenadas ideas de beneficiar a quienes debería o hacer lo que respecta a un hombre de bien, así pasaban los días como si fueran siglos eternos, y cada vez se aislaba mas de la cruda realidad que esa sociedad le obligaba a digerir, hasta llegar a refugiarse en su silencio al cual prefería gobernar y no ser un esclavo de las palabras absurdas de los otros, los comunes. Así estaban las cosas, y casi en el abismo, sin siquiera notarlo, de pronto el vagar por los misteriosos pasajes del amor le salvo de un desastre total, le hizo tomar el coraje de expresarse sin temor, de quedar suspendido en las nubes soñando mientras sigues soñando sin que nada te afecte. Ella era de su edad y tenia buenas intenciones, pero para el eso no era todo, era aquella única oportunidad de poder conectarse con el propio néctar de su poesía, con su propio mundo, el único que le hacia sentir bien. De este modo, se abstraía y daba inicio a sus mágicos bocetos, entre ellos, he aquí alguna de sus primeras piezas:
Te observo, y estas tan bella que no hay palabras.
Me miras, y me dices todo, en ese instante puedo llegar donde nadie ha estado.
Puedo sentirte, aun sin tocarte.
Puedo amarte sin poder hacerlo, y eso me dice todo de ti.
Esta noche puedo sentirte cerca mío, y se que he de estar allí contigo.
En cada suspiro, cada latido de nuestros pensamientos.
Entonces aun sin tocarnos, nos desnudamos lentamente hasta hundirnos en un solo cuerpo, hasta ser vencidos por el mismo sueño.
He dejado partes de mi en cada sitio que estuve, pedazos de mi corazón, fracciones de mis sueños , y me he preguntado mil noches de que se trata todo, pues quizás al fin lo comprendí, seguir adelante sustentado en la esperanza de hallar quien logre reunir mis piezas y las sepa conservar por mi.
Puedo observarte, y ese instante se transforma en poesía.
Puedo escucharte, y mi silencio lo dice todo.
Puedo sentirte, y mi corazón late tan rápido como el tuyo.
Puedo tocarte, y tu piel se convierte en la mía.
Cierro mis ojos y tu estas ahí, hermosa, y te desnudo en silencio, suavemente te ríes, y mis caricias hablan de ti, nos elevamos envueltos en pasión, es un instante eterno, en el hay amor, solo amor.
Tú estabas allí y solo el silencio del mar lograba convertir mi temor en palabras.
Tú estabas allí, y solo podía pensar cuanto lo esperaba.
Tú estabas allí, y solo importaban tus caricias.
Tú estabas allí, y solo por un instante eterno nuestro mundo reinaba.
Te siento, sin tenerte.
Te necesito, sin conocerte.
Te extraño, sin perderte.
Te observo, sin verte.
Te entiendo, sin hablarte.
Te deseo, sin tocarte.
Te amo, es que aun así tú lo has logrado.-
Mi amor, la espera ha de ser dulcemente eterna.
En mis días, solo añoro ver tus ojos y reflejarme en ellos.
En mis sueños, deseo poder rozar tus manos y sentirme en tu piel.
Ya no había nada que le hiciera frenar sus ansias artísticas, había comenzado un viaje sin retorno, un viaje que lo transportaba a otro mundo, su mundo, el que quería compartir con el resto, las personas comunes, para que se unan a el y vean todo lo que les rodea de otra manera. Entre versos y mas versos, incursiono en la pintura y la música, creando algunas bellas obras y notas de jazz que practicaba con su adorado saxofón, se había convertido en un absoluto artista, pero solo por momentos, es que aun no tenia el espacio suficiente para volar como realmente deseaba. Pues, justamente allí cuando buscaba una salida, ocurrió de alguna manera, lo que definitivamente le encarrilaría a su destino final, como si lo hubiera esperado, al igual que una obra espera por siglos para ser descubierta al mundo. Fue un brutal accidente, lo que le llevo casi a la muerte, agonizante, estuvo por días que se convirtieron en semanas, apenas podía respirar con la ayuda de quienes le asistían, y ello paradójicamente le hizo repasar sus días, de mismo modo que un viejo moribundo lo hace antes de partir, preguntándose incesantemente ¿Qué cosas he hecho y como las he hecho? ¿Cuántas cosas hubiera hecho si pudiera volver atrás? ¿Es aquí donde acaba todo o realmente comienza?; y entre esos respiros solo podía reprocharse como había desaprovechado el tiempo que poseía, en el que realmente hubiera sido libre, haciendo lo que le hacia feliz. Sus médicos, tiempo después inesperadamente le confirmaban que se había salvado, era un verdadero milagro, sin explicaciones, era su nueva oportunidad. Como algo que si no muere se fortalece, ahora era un hombre que había borrado todos sus problemas, sus miedos y anhelos, haciéndolos a partir de allí una realidad sin importarle las consecuencias, es que nada ni nadie le haría perder otra vez su visionario y valioso tiempo. Abandono todo y se marcho, fue un torbellino de sensaciones, un rayo en la oscuridad que arremete y de pronto se esfuma sin mas, nadie comprendía nada, salvo el, quien supo que era su momento, de ser verdaderamente libre, de que el tiempo se agotaba y que debía aprovecharlo hasta los últimos suspiros. Ya no era mas el acomodado ejecutivo que se rodeaba de gente prestigiosa mientras el mundo padecía un holocausto infernal, era el, el mismo, entre todo lo que consideraba valioso, entre sus obras, viajando sin cesar, conociendo a personas extrañas como el, tratando de hacer de todo algo mejor, y que mejor que el arte, su verdadera vocación, ese nexo a través del que podría comunicar lo que sentía a cualquier rincón del planeta. Así, como una verdadera leyenda, dicen que anda por ahí sin rumbo fijo, algunas veces perdido entre la gente común y otras naufragando de costa en costa, repleto de obras y proyectos innumerables, respirando cada día sus sueños, sus sueños de libertad.-
Tu relato me ha parecido un poco farragoso y pesado de leer, quizá porque se hace largo, o viceversa. Para mi gusto sobra la introducción así como el poema que insertas en medio del relato, sin que tampoco el final de la historia me parezca brillante.
Te deseo suerte en el certamen.
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