V Certamen de narrativa breve - Canal #Literatura

Noticias del III Certamen

3 marzo - 2008

15- Mujeres ante el espejo. Por Carpe Diem

No sé si voy a poder soportarlo: la imagen de esa otra YO plantándome cara en el espejo.  Es más, en el mejor de los casos es posible que me líe a martillazos con todas las superficies reflectantes que hay en casa, para así anular el conjuro y huir del maleficio. Nunca me había ocurrido hasta ayer, cuando entré al cuarto de baño a lavarme las manos, como tantas veces; sólo que, al levantar el rostro, me di de bruces con… ELLA. ELLA –que era YO al mismo tiempo– me miraba, no sé si sorprendida o burlona, mientras en mi cabeza se atropellaban pensamientos contradictorios. El miedo se apoderó de mí y me tapé los ojos con la mano, tratando de alejar el espejismo… Pasaron unos segundos que se me antojaron interminables. Tragué saliva y volví a intentarlo. De nuevo el desdoblamiento: dos personas en una, que no llegan a identificarse del todo… ¿Quién era aquella impostora que pretendía suplantarme, hacerme pasar a un segundo plano o dudar de mí misma? Por suerte atiné con el teléfono y logré –empapada en sudor– marcar el número de Santi, nuestro médico. Él me habló vagamente de un fenómeno psicológico llamado “extrañeza del Yo” y me largó una monserga llena de términos poco inteligibles para terminar diciendo que era algo normal, dadas mis circunstancias. Mis circunstancias… ¿A eso le llaman ahora que Juan se haya largado de casa, después de quince años de vida en común?; ¿son esas mis circunstancias? ¿O acaso quería referirse a la depresión nerviosa, salpicada de intentos de suicidio que siguió a su deserción? ¿O será que la soledad y el dolor me están volviendo loca lentamente? 

Espejos… Hubo un tiempo en el que no los necesitaba… los malditos espejos. Ninguna mujer los busca, ni los necesita, cuando siente sobre sí la mirada de un hombre que la desea. Hace algún tiempo recuerdo haber escrutado mi rostro, incluso mi cuerpo semidesnudo, en todo tipo de superficies reflectantes. La imagen que flotaba sobre el cristal jamás me produjo rechazo o miedo… El espejo era, entonces, un cómplice, un buen amigo, de esos que te dicen lo de: “chica, tú vales mucho… ¡anda a comerte el mundo!” Pero hoy hace frío en mi vida… Supongo que esa es una de las razones que me empujan a beber. Sí, bebo sola, a escondidas, cualquier cosa, lo que pillo y siempre a hurtadillas, como una estúpida quinceañera, como quien hace una pillería… ¡qué patético! Ahora sólo puedo verme reflejada en el turbio fondo de un vaso. Juan no volverá. No quiere saber nada de mí. Nada nos ata ya. Somos una triste sociedad de gananciales en estado de quiebra total… Ya no me extrañan las burlas del espejo: ELLA no es OTRA… soy YO reprochándome este final apoteósico, sin daños a terceros… ¡Nunca le di hijos! 

Por eso, he decidido taparlos: cubrir todos los espejos con sábanas de blanco algodón, como si fuesen sudarios improvisados. Suena ridículo ¿verdad? Pero creo que me servirá hasta que logre reconciliar a esas dos mujeres, que se miran sin reconocerse, ni aceptarse del todo. Supongo que algún día acabará este duelo… Cuando deje de llorar por la mujer del espejo. Cuando logre perdonarla.  Entonces podré retirar los sudarios de todos los espejos de mi casa, sin miedo a que LA OTRA irrumpa, burlona, en mi vida.  

 

14- El niño canta y baila. Por Urías Heep
16- El hidalgo, la estancia y la nevera. Por UnoA


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Participantes

algaidak:

Muy bien. Has reflejado con intensidad lo dificil que es a veces enfrentarse con una misma.
Suerte.


la niña del norte:

Es una realidad como una catedral, generalmente los espejos nos devuelven todo aquello que no queremos ver, incluso lo que escondemos en lo profundo de nuestro ser.
Bien mi niña veo que navegas por aguas tranquilas. No decaigas y sigue.
La niña del norte.


Catalina:

Me gusta, está muy bien escrito y es sorprendentemente claro pese a que es un monólogo atormentado… el personaje encuentra una solución por sí mismo y el cuento se resuelve también sin tropiezos.


Mafalda:

Dice el cantante Joaquín Sabina que no hay que hacer caso a los espejos. Quizás abusamos demasiado de lo que nos dicen. El mejor espejo son los ojos de los que nos quieren. Me gusta tu relato, sencillo pero intenso y bien escrito.
Suerte en el certamen


bobdylan:

Tu historia va de menos a más y se sustenta sobre un clásico de la literatura como es el tema de los espejos, que siempre dan mucho juego por lo que tienen de contraposición entre el yo y el otro yo, por el misterio de lo que hay al otro lado, por mostrarnos y dejar al descubierto nuestras propias miserias.

Suerte en el concurso.


Govani:

Me ha ecantado el texto. Con algunos errores, pero me ha gustado. Tiene mucha fuerza, te atrapa y no te deja. Fantástico. Felicidades por el relato, ¡Buen trabajo!
Suerte en el certamen


cío:

Me encata.Me recuerda a una época en la que el espejo no era mi amigo, sin llegar a velarlos,sin embargo no sincronizaba, nada mejor que el tiempo para llevarnos bien, y ahora aunque la imagen no es la deseada, sí es la esperada y me enorgullezco de encontrarla.
¡ánimo y adelante¡


stuka:

… me he sentido así hace poco. Muy bueno, si Sra.


MICAELA:

CUAN REAL ES QUE, QUIEN ESTA AL OTRO LADO DEL ESPEJO ES «OTRO YO».
ES ESE YO INTERNO QUE NO COINCIDE CON EL YO EXTERNO, EL QUE NOS GUIA Y AL QUE RECHAZAMOS.
SI FUERAMOS UNO SOLO, ESA IMAGEN BRILLARIA TANTO, QUE TODOS TENDRIAMOS TANTA LUZ QUE NO NOS ENGAÑARIA LO QUE VIERAMOS CON LOS OJOS, YA QUE NO LOS UTILIZARIAMOS, PORQUE SON ENGAÑOSOS. GUIATE CON «ESE OTRO YO» PARA VIVIR CON LOS OJOS DEL ALMA Y NO CON LOS OJOS DEL CUERPO.
¡ENHORABUENA, TU VIVES CONECTADA A LO QUE QUIERES HACER, PORQUE VES CON TUS OJOS DEL ALMA!


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