Pedro sale de casa dando un portazo. Sonia, su mujer, se queda rezongando.
-¡Qué carácter, hijo, qué carácter! (más…)
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Cargando...Cuando tres años atrás Habib Daf abandonó su Diourbel natal, difícilmente podía imaginar que acabaría encontrándose con su vecino de toda la vida en una calle de Sevilla. (más…)
(3 votes, average: 2,67 out of 5)Cargando...El cuerpo-gato dice que tiene hambre. Se levanta y se despereza. Ella lo mira desde un agujerito que ha hecho en un doblez del edredón rojo. No quiere sacar la cabeza fuera porque hace frío. Y porque si lo hace, se irá el olor caliente en el que ronronea. Restriega los pies contra el colchón con placer, nota el peso de su cuerpo contra las sábanas y la verticalidad en la que descansa. (más…)
(6 votes, average: 3,17 out of 5)Cargando...¡Aquello que divisé junto al estrecho gibraltareño no eran molinos de viento!; eran cayucos que ondeaban entre olas animosas en busca de tierras a las que coronar y llenar con la felicidad de miles de almas que allí se tornaban escabrosas. (más…)
(25 votes, average: 3,76 out of 5)Cargando...Se acerca la hora de la misión. Me he sentado en uno de los bancos al otro lado de su casa para verla llegar. Consulto el reloj por última vez: diez minutos sobre la hora registrada por la vigilancia. Miro el cielo, finalmente fue el sol el que ganó la batalla. (más…)
(7 votes, average: 3,29 out of 5)Cargando...