La rutina es una forma bastarda, espejeante y procaz de la inmortalidad, o quizá sólo de lo eterno. Nos afanamos en tomar costumbres, ritos, ceremonias bastas desde que nos levantamos. (más…)
Cada mañana, con regularidad circadiana se acercaba hasta el baldío que lindaba con el que fuera alguna vez el Centro de Rehabilitación de la ciudad, como así lo llamaban los expertos de aquella época dorada y oscura a la vez y que hoy se había transformado en un depósito de seres humanos sin paradero físico ni emocional, una especie de claustro de identidades negadas, abandonadas. (más…)
Y sintió de nuevo aquel ardor en el estómago, y cómo una rápida quemazón comenzaba a invadir también su esófago, lentamente sentía como agrietaba aquel tubo y lo iba tiñendo de rojo. Sabor a sangre, sabor a tarde de domingo, sabor a soledad. (más…)
El primero llegó apurado, los minutos que gastó en encontrar aquel lugar provocaron que las caladas tuvieran que ser profundas y presurosas. (más…)
Me llamó a las doce de la noche. Juan, mi amigo el escritor. (más…)